La historia de Miguel, huérfano de padre por accidente laboral: "La vida te cambia drásticamente"

Ante el aumento en los accidentes laborales, muchos de ellos mortales, la Iglesia nos recuerda que la vida es el mayor bien que atesoramos y por ello debemos protegerla y cuidarla. Frente a la precariedad laboral que sufren millones de personas en España, debemos mirar la dignidad del trabajo como una prioridad humana.

A lo largo del año 2022, un total de 826 trabajadores perdieron la vida, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, lo que supone 121 fallecimientos más que en 2021 (un 17% más), lo que refleja la caída de la prevención y la precariedad en el trabajo, así como la falta de políticas urgentes que taponen esta enorme herida del mundo del trabajo. El número de siniestros laborales registrados en 2022 superó los 1,1 millones, de los cuales más de 630.000 acabaron en baja laboral.

Una realidad que conoce bien Miguel Cruz, huérfano de padre por accidente laboral y presidente de AVAELA, Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía. “La vida de la familia del fallecido cambia drásticamente, yo era pequeñito, pasamos de tener un futuro estable a mudarnos a vivir a casa de mis abuelos. La vida cambia por completo. Sin contar los efectos psicológicos que supone la pérdida de un familiar”, asegura Miguel Cruz. En la Asociación que preside tienen tres objetivos: dar visibilidad a la siniestralidad laboral, ayudar a concienciar sobre este tema y el acompañamiento a las víctimas que sufren este problema y el asesoramiento tanto jurídico como psicológico.

Para luchar contra la siniestralidad laboral habría que “cumplir con la legislación vigente” y que hubiera “una mayor contundencia en la inspección de trabajo”, asegura Miguel Cruz. Algo que también cree Antonio Javier Aranda, director del departamento de Pastoral del Trabajo CEE. “Mucha gente pensamos que la mayoría de los accidentes son evitables. Donde más se sufre accidentes es en los trabajos más precarios. Se sufre más accidente en los inmigrantes que vienen a trabajar porque cogen los trabajos más precarios”.

El trabajo, como nos recuerda el Papa Francisco en Fratelli Tutti donde reivindica la dignidad del trabajo y la centralidad que tiene en toda la vida social.