Los obispos aseguran que los cristianos se sienten "heridos" por algunas escenas vistas en los JJOO
La Conferencia Episcopal Española secunda el mensaje de la Iglesia francesa después de que se representara de la 'Última Cena' en la inauguración de los JJOO de París
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Los obispos españoles han secundado el mensaje de la Iglesia francesa en la que critican en un comunicado la representación irrespetuosa para los católicos de la 'Última Cena' durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de París en la tarde de este viernes, 26 de julio.
En el comunicado de la Conferencia Episcopal Francesa, los obispos consideran que esta representación se aleja del espíritu olímpico: “A pesar de que la ceremonia de apertura ofreció al mundo entero maravillosos momentos de belleza y alegría, lamentablemente incluyó escenas de escarnio y burla del cristianismo”, se puede leer en la nota.
Un mensaje que apoya la Conferencia Episcopal Española, que también opinan que “todos los cristianos de todos los continentes se han visto heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas”.
De esta manera, el episcopado español destaca que “la celebración olímpica va mucho más allá de los prejuicios ideológicos de algunos artistas".
El Comunicado de la Conferencia Episcopal Francesa
Tras la perspectiva de los juegos de París, el proyecto Holy Games moviliza desde hace casi tres años a numerosos católicos que se reunieron para compartir el fervor deportivo y popular en torno a los Juegos de París, este magnífico evento organizado por nuestro país.
La semana pasada tuvimos la alegría de organizar la Misa de apertura en presencia de numerosas personalidades religiosas, políticas y deportivas.
Creemos que los valores y principios expresados y difundidos por el deporte y el olimpismo contribuyen a esta necesidad de unidad y hermandad que tanto necesita nuestro mundo, en el respeto de sus convicciones, en torno al deporte que nos une y para promover la paz de naciones y de corazones.
Lamentablemente, esta ceremonia incluyó escenas de escarnio y burla del cristianismo, que deploramos profundamente.
Agradecemos a los miembros de otras religiones que nos han expresado su solidaridad. Esta mañana pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que se han visto heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas. Queremos que comprendan que el festival olímpico va mucho más allá de los prejuicios ideológicos de unos pocos artistas.
El deporte es una actividad humana maravillosa que alegra profundamente los corazones de deportistas y espectadores. El olimpismo es un movimiento al servicio de esta realidad de unidad y fraternidad humana.