Madrid suprime la recomendación de comulgar en la mano impuesta por la pandemia

Debido "a la favorable evolución de la situación sanitaria", la archidiócesis anuncia que las celebraciones "se llevarán a cabo únicamente conforme a los libros litúrgicos"

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Redacción Religión

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En una carta dirigida a los sacerdotes diocesanos, el vicario general de la archidiócesis de Madrid, Avelino Revilla, ha informado de que, "debido a la favorable evolución de la situación sanitaria", desde el viernes 11 de marzo, las celebraciones "se llevarán a cabo únicamente conforme a lo contenido en los libros litúrgicos".

Según ha explicado a Ecclesia Daniel Escobar, delegado episcopal de Liturgia, "no habrá ninguna restricción" propia más allá de "lo estipulado en las normas sanitarias vigentes en cada momento" en la Comunidad de Madrid, entre las que ahora figura la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores o ventilar adecuadamente.

Por lo tanto "se vuelve a la misma situación litúrgica que había en la víspera de la entrada en vigor del estado de alarma y se supirmen algunas de las recomdaciones que generó cierta polémica fue la de comulgar exclusivamente en la mano "

En relación a la situación señalada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, vinculado a la expansión del coronavirus en España, el Secretario general de la Conferencia Episcopal Española realizó algunas indicaciones sobre algunas pautas compartidas por numerosas diócesis y por la Iglesia en España.

Por ejemplo, la conveniencia de retirar el agua bendita de las pilas que hay en las entradas de las iglesias y en otros lugares de devoción; la posibilidad de ofrecer en la celebración de la eucaristía otro gesto de paz distinto al habitual de abrazar o estrechar la mano a los que están próximos; que e las personas que distribuyen la comunión durante la de la eucaristía, se laven las manos antes y después de este momento o que las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes, tan propias de este tiempo de Cuaresma y en la próxima semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico con ellas, y facilitando una mayor rapidez que evite aglomeraciones.