El milagro de Alcalá de Henares: las Formas incorruptas con más de 4 siglos desaparecidas en la Guerra Civil
La diócesis de Alcalá se dispone a celebrar los días 1 y 2 de junio los 400 años del Reconocimiento del Milagro de las Santas Formas Incorruptas
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La diócesis de Alcalá de Henares se dispone a celebrar los días 1 y 2 de junio el IV Centenario del Reconocimiento del Milagro de las Santas Formas Incorruptas. En 1597 un penitente arrepentido acudió al Colegio de la Compañía de Jesús de Alcalá de Henares y confesó el robo sacrílego de unas formas eucarísticas, procedentes de varias iglesias. El penitente entregó 26 formas, envueltas en papel, asegurando estar consagradas y haber sido robadas por unos moriscos en cuya compañía él mismo había andado.
Las formas se depositaron en la iglesia de los jesuitas y se decidió no consumirlas por precaución, ya que se había dado algún caso de envenenamiento por este procedimiento. Pasado un tiempo se comprobó con sorpresa que las formas seguían frescas, mientras que otras formas no consagradas, se corrompían rápidamente. Fueron sometidas a detallado examen por parte de doctores, teólogos y expertos, llegándose a la conclusión de que la única explicación posible de la incorrupción era el milagro, autorizándose en 1619 el culto público de las Santas Formas. Más tarde el Papa concedería indulgencia plenaria a quien acudiera a adorarlas.
En 1767, al ser expulsados de España los Jesuitas, fueron trasladadas a la Iglesia Magistral de los Santos Niños, por orden de Carlos III. Durante varios siglos recibieron la visita de Reyes, nobles e innumerables fieles, convirtiéndose la fiesta y la procesión anual en la gran fiesta de Alcalá. En 1936, en los primeros días de la Guerra Civil, es incendiada y posteriormente saqueada la Iglesia Magistral, desconociéndose desde entonces el paradero de la Custodia de las Santas Formas, sin haberse podido averiguar si éstas fueron ocultadas, consumidas o profanadas.
En la actualidad la Capilla de las Santas Formas (en la parroquia de Santa María la Mayor) es la sede de la Adoración Perpetua, de modo que permanece vivo en la diócesis el agradecimiento por el milagro eucarístico que el Señor regaló a Alcalá.