El monasterio de Zamora que cuenta con una imprenta propia: “Todas las hermanas hacemos un trabajo en cadena”

Las hermanas del Monasterio de la Ascensión confiesan que con el tiempo y sus publicaciones "han ido surgiendo muchas personas interesadas en la espiritualidad monástica"

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Miguel Delgado

Publicado el - Actualizado

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El Monasterio de la Ascensión de Zamora puede ser uno de los más peculiares a lo largo de la geografía española. Es de sobra conocido que las hermanas que habitan este tipo de lugares desempeñan distintas labores, y quizás lo más normal es que se dediquen a vender dulces. En este caso ECCLESIA ha querido contactar con dicho monasterio dada la peculiaridad de la función que se desempeña por muchas de estas hermanas: una imprenta propia y una editorial.

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La hermana Concha Galán, OSB, atiende nuestra llamada para detallarnos cómo surgió, cómo se organizan y cómo se vive entre tinta y papel. Confiesa que su misión “es como la de todas las hermanas porque hacemos un trabajo en cadena. Cuando tocan los libros de la propia editorial, como son generalmente de espiritualidad monástica, todas tenemos algo que decir. En general no hay ninguna misión determinada, sino que cada cual tenemos asignado interiormente lo que hemos de hacer en la editorial”.

Fábricas de caramelos y lejía hasta llegar a la imprenta

Al ser cuestionada sobre cómo surge una editorial en un monasterio, nos comenta que “la persona que fundó el monasterio, lógicamente tenía que dotar de un trabajo a la comunidad e hicieron varios ensayos. Tuvieron una fábrica de caramelos, una fábrica de lejía y finalmente cogieron el traspaso de una imprenta y muy poquito después pensaron en hacer libros de espiritualidad monástica. Al principio, por necesidad interna, porque era la época del Concilio Vaticano II y se estaban pasando los libros de latín al castellano. Entonces empezaron a publicar cosas de uso interno a las cuales se les daba el nombre de ediciones Monte Casino. Después de eso se comenzaron a realizar publicaciones que vinieran bien a otros monasterios o a otras personas interesadas. Con el tiempo han ido surgiendo muchas personas interesadas en la espiritualidad monástica fuera de los monasterios y aún hoy día ocurre así”.

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Respecto a cómo organizan la carga de trabajo, explica que “

. En el caso de la imprenta, la edición es del autor”.

En cuanto a la gestión expresa de la forma de proceder, expresa que “quien está interesado llama por teléfono y vemos si hay capacidad para asumir el trabajo que nos piden. Una vez pasado eso hay una primera fase de composición que aborda la maquetación del libro en los ordenadores, que para esto hay unas hermanas encargadas para ello y luego se va siguiendo todo el proceso de la imprenta con distintas hermanas encargadas. Esto da trabajo para todas desde el primer paso hasta el último paso, que es la encuadernación, la guillotina, etc”.

Crisis de vocaciones

Sobre la crisis de vocaciones que se vive actualmente en la sociedad, Galán afirma que “sí que creo que hay crisis de vacaciones y crisis de fe. Las dos cosas están ahí. Es verdad que a lo mejor ahora se unen las dos cosas porque muchas veces las personas que encuentran esa gracia de la fe hacen o todo o nada, es decir, son personas que encuentran la vida religiosa consagrada al mismo tiempo o muy poquito tiempo después que encuentran la vida de fe. A raíz de eso optan por una vida más intensa en ese sentido”.

“No sabemos cuánto tiempo podrá durar esta labor que realizamos"

“Los creyentes debemos pensar qué tal vez Dios quiere que pasemos por esto porque cuando uno se siente necesitado o desnudo es cuando se inicia el camino de la fe. Hemos pasado por una época difícil y la falta de vacaciones es un vértigo que vemos ahí. Por poner un ejemplo, no sabemos cuánto tiempo podrá durar esta labor que realizamos precisamente por eso, por falta de personal. Tampoco los ingresos son tan boyantes como para tener los empleados que se necesitaría en un lugar así”.