El motivo por el que tres arzobispos españoles acudirán este martes al Vaticano con el Papa Francisco

El 29 de junio es un día importante en la Santa Sede, ya que se celebra la solemnidad de san Pedro y san Pablo, fundadores de la Iglesia de Roma

El motivo por el cual estos tres arzobispos españoles estarán este martes en el Vaticano

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Los obispos Mons. José Ángel Saiz Meneses, Mons. Mario Iceta y Mons. Carlos Escribano se encuentran en Roma para participar en la Eucaristía que presidirá el Papa Francisco mañana martes, 29 de junio, solemnidad de san Pedro y san Pablo, y que se podrá seguir en directo en TRECE.

Esta Misa está cargada de simbolismo, ya que en ella se bendecirán los palios de los arzobispos metropolitanos de reciente creación. Los tres obispos serán entre los 34 prelados que concelebrarán con el Santo Padre y recibirán este distintivo de su condición arzobispal.

ctv-h1b-papa-francesco

El nuncio impondrá el palio a cada arzobispo en su catedral

La misa se celebrará en la Basílica de San Pedro a partir de las nueve y media de la mañana. Al comienzo de la liturgia, los arzobispos darán lectura a la fórmula de juramento, por el que los arzobispos reiteran su fidelidad y obediencia al Papa, y posteriormente Francisco bendecirá los palios.

Los palios serán enviados a la Nunciatura y será el propio nuncio, monseñor Bernardito Auza, quien imponga el palio a cada arzobispo en su catedral.

¿Qué es un palio arzobispal?

Según se detalla en la web de información católica Zenit, el palio arzobispal es “un ornamento de lana blanca con forma de faja circular que carga sobre los hombros, de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares con cruces negras o rojas de seda. Simboliza la potestad que tienen los arzobispos en su ámbito, y también el lazo de comunión con el Romano Pontífice”.

Hasta San Juan Pablo II, tras bendecirlo, el Papa enviaba un palio a cada uno de los arzobispos metropolitanos nombrados en el año inmediato anterior, a quienes se les imponía en sus archidiócesis. Con su pontificado se inició un nuevo período, al invitar a los nuevos metropolitanos a concelebrar con él en la basílica de San Pedro.