Raquel Pérez Sanjuán: "La asignatura de Religión es necesaria para el desarrollo integral"

La directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura ha explicado en el programa Iglesia al Día de TRECE la nueva campaña de la asignatura

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

«Invitamos a que se matriculen en religión, porque es una asignatura buena y necesariapara su desarrollo integral». Con esta invitación, la directora de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, Raquel Pérez Sanjuán, ha participado en el programa Iglesia la Día de TRECE para hablar de la nueva campaña de la asignatura de religión. Una campaña que va dirigida a los padres y alumnos entre los 13 y 17 años, para que se animen y matriculen en esta asignatura.

La directora ha subrayado “el carácter escolar y académico de la asignatura, su aportación específica, necesaria para la formación integral de la persona y para la construcción de sociedades respetuosas con la diversidad cultural y religiosa». Valores, ha explicado “que son necesarios para el desarrollo personal y social

Valores necesarios para el desarrollo personal y social

La Religión propone “el conocimiento de la propia tradición religiosa y cultural, y el aprendizaje de valores necesarios para el desarrollo personal y social de niños y jóvenes, preparándoles el futuro”, expone la campaña.

Para la Comisión Episcopal estudiar Religión invita a descubrir “la mejor versión de la vida, recorriendo algunas de las contribuciones específicas que hace este área a la enseñanza básica del alumnado, como desarrollar autonomía y espíritu crítico desde la visión cristiana de la persona”.

Acogida y escucha la interioridad como base del proyecto vital

Para ello, animan a los padres a inscribir a sus hijos a clase de religión o motivarles a que lo hagan por ellos mismos para “aprender a dar razón de las propias creencias desde el respeto a las de los demás”. Una forma de profundizar durante esta asignatura “en la acogida y escucha la interioridad como base del proyecto vital”.

Además, es una invitación “a proteger y cuidar la naturaleza como creación de Dios y casa común de la humanidad; admirar y disfrutar del patrimonio religioso como expresión de la experiencia cristiana; buscar y estimar el bien común desde los principios y valores de la enseñanza social de la Iglesia”.