Restán sobre 'Dignitas Infinita': "La dignidad humana es el centro de la antropología cristiana"

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publica hoy este nuevo documento que recoge cinco años de trabajo: "La dignidad de toda persona, permanece más allá de toda cirunstancia"

Ana Torres

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Santa Sede ha hecho público el documento “Dignitas infinita” del Dicasterio para la doctrina de la Fe, con el que se pretende contribuir a considerar la dignidad humana en todas sus etapas y circunstancias. La elaboración de este texto lleva cinco años de trabajo y en él se profundiza en las preocupaciones del Papa Francisco de la última década. Entre algunos de los problemas se encuentran las guerras, la pobreza, la ideología de género o la violencia digital, entre muchos otros. Además, este documento sale a la luz cuando se están conmemorando los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La Iglesia insiste en que "la dignidad de toda persona humana permanece más allá de toda circunstancia".Ese concepto en muchas ocasiones se utiliza abusivamente para justificar la creación de otros derechos sin oponerlo al derecho a la vida.

Restán sobre Dignitas Infinita: La dignidad humana es el centro de la antropología cristiana


El comentario de José Luis Restán

El director editorial de COPE, José Luis Restán, ha dedicado también su comentario diario a este famoso documento que ha sido presentado en la Oficina de Prensa del Vaticano, de la mano de su cardenal prefecto, Víctor Manuel Fernández junto a Mons. Armando Matteo, secretario de la Sección Doctrinal del Dicasterio y por la profesora Paola Scarcella, docente de la Universidad de Tor Vergata y de la Universidad de Lumsa de Roma, responsable de la Catequesis a personas con discapacidad de la Comunidad de San Egidio.

"Hoy se ha presentado la declaración “Dignitas Infinita” que subraya que el concepto de dignidad de la persona está en el centro de la antropología cristiana. Describe las diferentes dimensiones de esa dignidad en su recíproca conexión, además de señalar las principales amenazas que se ciernen sobre la dignidad humana en este momento histórico preciso. Se abordan cuestiones que van desde la guerra a la pobreza, pasando por la violencia contra las inmigrantes, contra las mujeres, el aborto, la gestación subrogada, la eutanasia, la teoría de genero y la violencia digital. Este documento pretende superar la parcialidad de quienes se concentran exclusivamente en la defensa de la vida no nacida o terminal olvidando otros ataques a la dignidad humana, y por otra parte, la de quienes se centran unicamente en la defensa de los pobres o los migrantes olvidando que la vida debe ser defendida desde su concepción hasta su fin natural. Esta unidad de fondo ha sido siempre la posición del magisterio eclesial aunque unos u otros la hayan declinado o sesgado en función de sus respectivos prejuicios ideológicos. Dicho de otra manera, no es una posición católica aquella que separa lo que se llama moral personal de lo que algunos etiquetan como moral social. En este tiempo de pascua, podemos percibir con mayor claridad el fundamento de esa dignidad infinita de todo ser humano. La vida de cada hombre y mujer a lo largo de la historia ha valido la encarnación del hijo de Dios, que asumió toda la fatiga y la pobreza de lo humano, no solo ha valido la pasión y muerte de Jesús, el justo por antonomasia la pasión y muerte el justo por antonomasia y ha vencido contra cualquier cinismo en su resurrección, así lo canta San Ireneo, uno de los grandes padres de la Iglesia Antigua, al proclamar “La gloria de Dios es el hombre que vive”.

Las claves de la declaración 'Dignitas infinita'

Entre las violaciones de la dignidad humana (definidas como cualquier acto u omisión que atente contra la vida humana tal y como Dios la creó independeintemente de sus circunstancias) que recoge 'Dignitas infinita' podemos encontrar:

1. Pobreza: una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo consecuencia de la mala distribución de los bienes y servicios destinados originariamente a todos.

2. Guerra: siempre es una derrota de la humanidad, incluso cuando se produce en un escenario de legítima defensa.

3. El trabajo de los emigrantes: Se les niega la dignidad tanto en su país de origen (obligado a salir), como en el que le recibe (carecen de medios para crear una familia o trabajar)

4. Trata de personas: niega la dignidad humana al menos de dos formas: desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y su dignidad. Pero, al mismo tiempo, deshumaniza a quienes la llevan a cabo.

5. Abusos sexuales: fenómeno muy difundido en la sociedad que afecta también a la Iglesia y representa un serio obstáculo para su misión.

6. Violencia contra las mujeres: estos se traduce en la negación a la mujer los mismos derechos que al hombre o dificultando desarrollarse en plenitud.

7. Aborto: es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades.

8. Maternidad subrrogada: Viola ante todo la dignidad del niño al converturse en un objeto, pero también la de la madre porque se desvincula del hijo que crece en ella.

9. Eutanasia: hay que continuar con los esfuerzos adecuados y necesarios para aliviar su sufrimiento mediante unos cuidados paliativos apropiados.

10. Descarte de las personas con discapacidad: debe fomentarse en la medida de lo posible la inclusión y la participación activa en la vida social y eclesial de todos aquellos que, de alguna manera, están marcados por la fragilidad o la discapacidad.

11. Ideología de Género: querer disponer de sí mismo no significa otra cosa que ceder a la vieja tentación de que el ser humano se convierta en Dios.

12. Cambio de sexo: el cuerpo humano participa de la dignidad de la persona. El Papa Francisco recuerda quye "lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada"

13. Violencia digital: Ciberbullying, difusión de la pornografía y explotación de personas con fines sexuales. Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios.