El Papa Francisco sorprende con una carta a Juanita, catequista de 97 años con ceguera: "Caso único"

Desde 1941 Juanita imparte catequesis en la parroquia de la Encarnación, en Lanzarote. Mujer luchadora, siempre salió adelante gracias a su trabajo y al amor de los feligreses

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El Papa Francisco sorprende con una carta a Juanita, catequista de 97 años con ceguera: "Caso único"

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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Cada día salen cientos de cartas del Vaticano. Hace unos meses, una de ellas llegó a Canarias, más concretamente a Juanita Casanova. Estaba escrita de puño y letra por el Papa Francisco. Juanita, que el próximo mes de marzo cumplirá 97 años, es catequista en la parroquia de la Encarnación en el municipio de Haría, en Lanzarote desde el año 1941.

Pese a que perdió la visión hace dos años, mantiene la misma energía que cuando empezó. En la misiva, el Pontífice pedía a Juanita que por favor nunca se jubilara y conservara esa juventud para ofrecérsela a su parroquia, que tanto la adora. Cuando le leyeron la carta a Juanita, no se podía creer lo que estaba ocurriendo. Fue todo un chute de energía para ella, tal y como ella misma relató en 'Mediodía COPE'.

“A mi no se me olvidará nunca esta carta del Papa. Una cosa extraordinaria para mí, que me ha dado una energía enorme”, asegura.

Los feligreses de la Encarnación, la verdadera familia de Juanita

Juanita nunca se casó. No tuvo hijos, pero siempre encuentra cariño en los feligreses de la parroquia de la Encarnación. Muchos de ellos han recibido catequesis de Juanita. Varias generaciones de una misma familia han conocido la fe a través de sus palabras. Alejandra empezó con Juanita hace más de treinta años para prepararse para recibir los sacramentos de iniciación cristiana. Para Alejandra, Juanita es como una madre.

“La verdad que intento imitarla. Cada día voy a recogerla a su casa porque rezamos el Rosario, luego la Eucaristía... es un regalo lo que ella nos aporta”, ha reconocido la feligresa de la parroquia de la Encarnación.

El párroco de Haría, Norberto Medina, fue quien envió la carta al Vaticano para dar a conocer la historia de Juanita, a través de un cura madrileño que tiene buena relación con el Santo Padre. Norberto está convencido de que el caso de Juanita es prácticamente único, por lo que había que darla a conocer a la sociedad y a toda la Iglesia. “Se lo comenté, escribí la carta, lo vio correcto y el 18 de noviembre el Santo Padre le escribió a Juanita”, ha explicado.

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Juanita y su párroco muestran la carta del Papa Francisco a la catequista de 97 años

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83 años impartiendo catequesis: "No me canso"

Una vez que entablas conversación con Juanita, no tardas en comprobar que es una mujer de su tiempo: luchadora, trabajadora, capaz de sacrificarse por los demás. Siempre se dedicó al corte y confección o a elaborar pan y dulces para ganarse la vida.

Desde que el Padre Norberto llegó a la parroquia de Haría en 2017, comprobó rápido que Juanita era especial y el alma de su iglesia. Ya tenía por entonces noventa años. Norberto ha compartido en COPE cómo empezó Juanita, con tan solo catorce años, a impartir catequesis: “Es tímida pero a medida que pasaban los años le iba sacando cosas de su vida, y conversando un día nos comentaba que con catorce años su maestra, Doña Mercedes, viendo sus dotes de aprendizaje y darse a los demás, le puso a dar catequesis”.

En un principio, la catequista nonagenaria se negó a la propuesta de Doña Mercedes porque no se veía capaz, pero acabó por acceder. 83 años después continúa en esta labor con sus catecúmenos. Empezó las catequesis con niños, después con jóvenes y ahora evangeliza a mayores y matrimonios. Pese a sus casi 97 años, lo hace con la misma ilusión que el primer día. Todos están pendientes de ella.

“Disfruto y no me canso. Lo mío es ser catequista porque detrás tengo a muchas personas que me quieren un montón. El amor lo recomiendo para todo”, ha relatado Juanita.

Y todo ese amor que Haría profesa a Juanita se lo demostraron en un homenaje que tuvo lugar el pasado 25 de noviembre, aprovechando que ya había llegado la carta del Papa Francisco, para que todo el pueblo le agradecediera su servicio a la Iglesia y su entrega a los demás. No faltó nadie a la cita.

Pese a su ceguera, vive sola y sigue cocinando: "No tengo tristeza ninguna"

Su vida cambió hace dos años, cuando el médico le diagnosticó una enfermedad por la que perdería casi la totalidad de su visión. Pese a esta discapacidad, decidió continuar con sus labores en la Iglesia. Cada día acude a la parroquia, participa en la Eucaristía, reza el Rosario y, por supuesto, imparte catequesis. Un caso único, como reconoce el párroco: “Yo creo que nadie en el mundo esté con esa edad en activo, con el valor añadido de haber perdido la vista. Es un valor a destacar de una persona con tanta edad y sigue con esta vitalidad”, considera Norberto Medina.

Eulalia, otra de las catecúmenas de Juanita, asegura que compensa su ceguera con su manera de hablar y transmitir el Evangelio. En el día a día, todos se ocupan de ella. La trasladan de un sitio para otro porque Juanita tiene claro que el hecho de no ver no le va a impedir seguir viviendo: “La sacamos a otros eventos, ella no tiene ninguna dificultad para nada. Le decimos de ir a una casa o a merendar y se apunta a lo que sea”, nos revela.

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Incluso en su casa, Juanita se las apaña para cocinar. Vive sola. Tan solo va a dormir una chica con ella por las noches, ya que sus sobrinos tienen miedo a que le pueda ocurrir algo. La propia Juanita afirma que es tal el amor que recibe, que se le olvida que es casi invidente: “Es que no pienso en que no veo porque me sacan a todos sitios y no tengo tristeza ninguna. Yo vivo sola, cocino y hago mis dulces”, ha precisado la veterana catequista.

El siguiente paso es que el Papa Francisco reciba en audiencia en el Vaticano a Juanita. ¿Tendrá lugar ese encuentro?