Los sacerdotes asesinados en 2021 víctimas de la violencia callejera o el odio a la fe en todo el mundo
El último caso tuvo lugar en México, cuando un sacerdote murió al estar en medio de un tiroteo entre bandas criminales. En España lamentamos en febrero el asesinato del P. Zúñiga
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Cada cierto tiempo nos despertamos con la noticia de un religioso o religiosa fallecido de manera violenta a lo largo y ancho del planeta. El último caso tuvo lugar este sábado, 12 de junio, cuando el sacerdote mexicano Juan Antonio Orozco Alvarado fue asesinado tras hallarse en medio de un tiroteo entre bandas criminales mientras se dirigía a celebrar una Misa en la comunidad tepehuana de Pajaritos.
Por desgracia, no es el único caso que ha tenido que lamentar la comunidad cristiana de México, ya que el pasado 27 de marzo fue asesinado el Padre Gumersindo Cortés, de 63 años y perteneciente a la Diócesis de Celaya, que ejercía su ministerio en la parroquia de Cristo Rey, en la comunidad Mesa de López.
Su cuerpo fue encontrado en un camino con heridas de bala en la cabeza y pecho. Horas antes su familia denunció su desaparición. A unos metros del cadáver fue hallado el vehículo del párroco.
Por desgracia, todos los años tenemos que lamentar la muerte de ministros del Señor, que en muchos casos se juegan la vida por Dios. Y es que son muchos los países donde la comunidad católica está perseguida, especialmente en el continente africano y de Asia, a lo que se suman los episodios de odio a la fe a los que tienen que hacer frente los religiosos y religiosas en muchos territorios del planeta.
Alphonsus Bello, asesinado en Nigeria con tan solo treinta años
El pasado 20 de mayo, perdió la vida con tan solo treinta años el Padre Alphonsus Bello en Nigeria, después de que un grupo de asaltantes armados accedieran a la parroquia de San Vicente Ferrer en Malunfashi (al norte de Nigeria). Los terroristas irrumpieron durante la noche, disparando contra algunas personas.
Tras asesinar al Padre Bello, depositaron su cuerpo en las tierras de cultivo situadas detrás de la escuela de formación catequética. El sacerdote pertenecía a la Archidiócesis de Kaduna, pero estaba destinado a la diócesis de Sokoto y desplegado en la parroquia de Malumfashi en Katsina.
El Padre Ferdinand Fanen, asesinado tras celebrar la Misa
El caso del padre Alphonsus Bello no es el único en el estado africano. El pasado 30 de marzo también encontró la muerte el Padre Ferdinand Fanen, perteneciente a la diócesis de Katsina, quien tras celebrar la Eucaristía, se disponía a preparar otra Misa en la catedral con sus hermanos cuando, atraído por el ruido, salió de la iglesia y fue atacado por un grupo de hombres armados.
Su cuerpo fue encontrado más tarde sin vida con una herida de bala en la nuca, junto con el de otras seis víctimas.
El misionero Ubaldo Jáuregui, apuñalado de muerte en Angola
Llevar el Evangelio a todos los lugares del planeta es una de las misiones más hermosas de la Iglesia, pero no exenta de peligros. Cada año, tenemos que lamentar la muerte de algunos de ellos. Fue el caso el pasado 9 de marzo del Padre Manuel Ubaldo Jáuregui Vega, que sufrió varias puñaladas mortales en Angola, país africano al que llegó como misionero en 2016, con el ánimo de apoyar la labor de los Misioneros de Yarumal, congregación que hace presencia en el continente africano desde la década de los 80.
Jáuregui Vega, que tenía 36 años y natural de Venezuela, murió después de que golpeó la motocicleta que conducía contra otro vehículo. El propietario de esta fue quien lo mató después de apuñalarlo varias veces con un cuchillo.
El asesinato en Filipinas de Rene Bayang Regalado
Uno de los primeros párrocos asesinados en este 2021 fue al sacerdote Rene Bayang, quien falleció cuando unos armados dispararon, el pasado 24 de enero. El religioso se disponía a regresar al seminario en el pueblo de Patpat, cerca de Malaybalay, al sur de Filipinas.
Tras el dramático suceso, los sacerdotes del Colegio del Seminario San Juan XXIII llamaron a la policía, porque habían escuchado varios disparos. Los agentes confirmaron que el Padre Regalado fue asesinado en las inmediaciones del seminario con varios disparos en la cabeza.
Su ojo izquierdo estaba magullado como si le hubieran golpeado antes de morir. Además, la policía también encontró al sacerdote con el brazo izquierdo atado con un cordón blanco y junto a una pistola Colt 45 con diez proyectiles dentro y una ronda vacía que los criminales dejaron intencionalmente cerca de la cabeza del párroco asesinado.
Rodrigue Sanon, víctima del yihadismo
También el pasado mes de enero, el sacerdote Rodrigue Sanon fue víctima del yihadismo en Burkina Faso, como consecuencia de la persecución a los cristianos que se vive en el estado africano.
Según los investigadores, el sacerdote fue asesinado por sus secuestradores cuando descubrieron que los perseguía la policía. Sanon había salido de Soubaganyedougou para llegar a Banfora, la capital de la región, el 19 de enero, pero nunca llegó a su destino, ya que fue apresado. El coche del sacerdote fue encontrado abandonado en la carretera. El 22 de enero su cuerpo sin vida fue hallado.
Consternación en Jaén tras el asesinato del Padre Francisco Zúñiga
Tendemos a pensar que los asesinatos a sacerdotes solo suceden en los países menos desarrollados, pero no es así. En nuestro país, el pasado 27 de febrero quedamos sobrecogidos por la muerte a sangre fría del sacerdote Francisco Zúñiga en la localidad jienense de Alcalá la Real.
Colaborador de la iglesia de la Consolación de Alcalá la Real, perdió la vida tras ser apuñalado en varias ocasiones a las puertas del templo, hasta perder la vida. El autor de los apuñalamientos se dio a la fuga tras cometer este terrible acto, aunque fue detenido.