Nicaragua: Silvio Báez, entre los 94 nuevos despojados de nacionalidad por la dictadura de Ortega

El obispo auxiliar de Managua, una de las voces más críticas contra el régimen sandinista, abandonó el país en 2019 a petición del Papa y hoy reside en Miami

Nicaragua: Silvio Báez, entre los 94 nuevos despojados de nacionalidad por la dictadura de Ortega

Redacción Religión

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El nombre del obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, figura en la lista de los 94 ciudadanos a los que el gobierno de Nicaragua ha despojado de nacionalidad este miércoles 15 de febrero. El Tribunal de Apelaciones de Managua, que es el que ha emitido la sentencia, ha declarado a todos ellos culpables de “traición a la patria”. Habían sido acusados por el Ministerio Público por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en menoscabo del perjuicio del Estado. En la lista figura también al menos otro sacerdote: el P. Uriel Vallejos.

“Los acusados han realizado y continúan realizando actos delictivos en perjuicio de la paz, la soberanía, la independencia y la autodeterminación del pueblo nicaragüense”, ha dicho el presidente del tribunal, Ernesto Rodríguez Mejía, que argumenta que han instigado al sabotaje económico del gobierno llamando al boicot. “Por estos hechos, los acusados ya no pueden ser considerados ciudadanos nicaragüenses”, argumenta.

La actuación contra los disidentes se produce unos días después del envío a Estados Unidos de 222 presos políticos, entre ellos varios sacerdotes de la diócesis de Matagalpa detenidos junto al obispo Rolando Álvarez el pasado 19 mayo. Este prelado, que es también administrador apostólico de la diócesis de Estelí y se hallaba bajo arresto domiciliario desde entonces, se negó a subir al avión que debía expatriarlo, siendo a continuación trasladado a prisión y condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por los mismos delitos. También ha sido despojado de la nacionalidad.

Silvio Báez abandonó Nicaragua a petición del Papa Francisco en 2019. La Santa Sede le pidió que saliera porque fue informada de la existencia de un compló para asesinarle. Su determinación y firmeza en las denuncias contra los abusos y arbitrariedades del gobierno lo habían convertido en un símbolo, siendo objeto de persecución y ataques. El pasado día 11, el obispo criticó en Twitter la encarcelación de su hermano de episcopado.

Entre los represaliados por el régimen del matrimonio Ortega-Murillo, presidente y vicepresidente de la República respectivamente, hay destacados políticos, defensores de derechos humanos, periodistas y activistas. El escritor y premio Princesa de Asturias Sergio Ramírez, vicepresidente hace años con el propio Ortega; la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos Vilma Núñez; el exministro de Exteriores Normal Caldera; el director del diario Confidencial Carlos Fernando Chamorro; la también escritora Gioconda Belli; o la exguerrillera sandinista Mónica Baltodano, son algunos de ellos. La Justicia les priva de sus derechos ciudadanos y les impone penas de inhabilitación absoluta y a perpetuidad para el desempeño de cargos públicos.

La oficina centroamericana del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su “preocupación” por la decisión judicial y ha pedido al Estado de Nicaragua "que cese inmediatamente la persecución y las represalias” contra los disidentes y defensores de los derechos humanos.

Amnistía Internacional también ha condenado la "privación arbitraria" de la nacionalidad a los 94 opositores.