El obispo Rolando Álvarez, 26 días arrestado, 11 en "resguardo domiciliar" en Managua

El cardenal Leopoldo Brenes pide a los fieles que confíen "plenamente en el Señor, no en las estrategias, no en la lógica de este mundo, no en los cálculos"

El obispo Rolando Álvarez, 26 días arrestado, 11 en "resguardo domiciliar" en Managua

Redacción Religión

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Se cumplen 26 días que Rolando Álvarez está arrestado. Y 11 días sin tener noticias sobre su estado físico desde que fue trasladado de Matagalpa a Managua la madrugada del viernes 19 de agosto. La última noticia la dio el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, que lo vio “desmejorado” de salud durante la visita que le permitieron hacer ese mismo día, la única que se conoce ha recibido desde que la Policía lo mantiene bajo «resguardo domiciliar» en casa de sus padres en la capital.

La dictadura de Daniel Ortega acusa al obispo de Matagalpa de intentar «organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», aunque de momento no han ofrecido pruebas.

Confiar en el Señor

Ayer mismo el cardenal Brenes pidió a los feligreses que confíen “plenamente en el Señor, no en las estrategias”: “La fuerza de los humildes es el Señor, (es) confiar plenamente en el Señor, no en las estrategias, no en los medios humanos, no en la lógica de este mundo, no en los cálculos, no en los grandes discursos, no en los aplausos, no”.

El obispo fue sacado del Palacio Episcopal de Matagalpa junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo donde estuvo retenido durante 15 días. Sus colaboradores cercanos permanecen detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial conocida como “El Chipote” y de manera extraoficial se ha conocido que les celebraron una audiencia secreta en la que les habrían impuesto 90 días de detención judicial.

En este caso, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), ha denunciado violaciones al derecho a la honra y la reputación, libertad de conciencia y religión, libertad de expresión y el derecho a la presunción de inocencia.

Nueve días de la petición del Papa

Han pasado ya nueve días desde que el Papa Francisco expresó su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió «un diálogo abierto y sincero» para que «se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica».

Las palabras de Francisco no mejoraron la situación de Álvarez, ni la de otros diez sacerdotes presos en Nicaragua, y avivó el debate interno sobre lo que la Iglesia católica debe hacer para su liberación.

Ante la falta de un nuncio en Nicaragua, el Papa designó a un equipo para realizar labores diplomáticas, encabezado por el cardenal Brenes y buscar una salida a la situación del obispo de Matagalpa.

En esa comisión que realiza gestiones diplomáticas también está Rodrigo Guerra López, secretario del Pontificio Consejo para América Latina.