El padre general de los Carmelitas Descalzos: "Hoy todos somos Nicaragua"

Miguel Marquez expresa su dolor porque el pueblo nicaraguense "ha sido privado de otro pastor fiel servidor del Evangelio" e invita a orar para que Rolando Álvarez sea liberado

El padre general de los Carmelitas Descalzos. Miguel Márquez: "Hoy todos somos Nicaragua"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El padre general de la Orden de los Padres Carmelitas, el español Miguel Márquez Calle, ha asegurado este viernes, en un comunicado, que "el Carmelo Descalzo arropa y abraza a la Iglesia y al pueblo nicaragüense. Hoy todos nosotros somos Nicaragua". Con estas palabras inicia el mensaje expresando la plena solidaridad con la Iglesia nicaragüense, "que padece por ser fiel al Evangelio y por defender la dignidad y libertad de cada ser humano. Quiero pedir a toda la Orden que oremos unidos, que seamos 'resistencia misericordiosa ' y perseverante".

Ante la detención violenta por la Policía contra el obispo Rolando Álvarez, el Carmelita Descalzo ha expresado su dolor ante este nuevo sufrimiento del pueblo de Nicaragua, que "ha sido privado de otro pastor fiel servidor del Evangelio", y ha invitado a orar por "este obispo, defensor de la dignidad humana en nombre de Cristo, para que su integridad sea respetada y que sea liberado de inmediato".

El religioso ha afirmado que la espiritualidad y la oración en el Carmelo son siempre fuente de verdad y de valentía para estar con la Iglesia, con los que sufren y con los pobres, y que en Nicaragua tienen una parroquia y un monasterio de carmelitas y carmelitas seglares: "Presencias, como tantas y tantas en Nicaragua, con el único interés de vivir y anunciar el evangelio con la vida y el cuidado de la dignidad de cada ser humano, y su libertad, con la oración y la gratuidad. Con los carmelitas descalzos, las descalzas y los carmelitas seglares encendemos nuestra lámpara pidiendo luz, sabiduría, humildad y escucha, para los que tienen la autoridad de servir para defender la libertad y la verdad".

Precisamente, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, exiliado en Miami, es carmelita descalzo. Él mismo sufrió en sus carnes la represión del gobierno sandinista y el Papa Francisco le pidió que saliera de su país y hasta hoy no ha vuelto.