El papel de Carmen Hernández en la Iglesia postconciliar: "Era tímida, reservada"

El profesor Aquilino Cayuela analiza la figura de la iniciadora del Camino Neocatecumenal a raíz de la biografía que ha escrito sobre ella

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Carmen nace en Ólvega, provincia de Soria, en 1930, en el seno de una familia trabajadora dedicada al mundo de la industria alimentaria. Estudia Químicas pero su sueño de ser religiosa misionera la lleva a ingresar en las Misioneras de Cristo Jesús. Un cambio en la dirección del instituto misionero la lleva a plantearse su vocación, y comienza a viajar buscando esa llamada a la misión que tanto soñó de niña. Ni ella misma se podía imaginar que su vida daría un giro de 180 grados.

Es la voz de quien tiempo después, y gracias a su experiencia en Tierra Santa donde vivió un tiempo, se encontró en una de las zonas más pobres de Madrid a un pintor que comenzaba a tener éxito y al que una crisis existencial le hizo trasladarse al barrio chabolista de Palomeras Altas.

Carmen Hernández comienza un camino de fe junto a Kiko Argüello centrado en que los descartados de la sociedad entiendan quién es Jesucristo y cómo actúa en sus vidas.

Las catequesis entre los más pobres se empiezan a extender por las parroquias de Madrid para dar el salto a otros países como Italia o Colombia. Fue el germen de lo que hoy se conoce como Camino Neocatecumenal, presente en la actualidad en 134 países de los cinco continentes, con más de 21 mil 300 comunidades en 6 mil 270 parroquias, así como mil 668 familias en misión y 125 seminarios.

Durante más de 40 años acompañó a Kiko Argüello y al padre Mario Pezzi en el Equipo Responsable del Camino Neocatecumenal. Carmen falleció el 19 de Julio de 2016 en Madrid.

85 años de vida plasmados en la obra biográfica Carmen Hernández, notas biográficas que acaba de publicar la BAC, la Biblioteca de Autores Cristianos. Una vida estudiada y recopilada por el profesor Aquilino Cayuela.

El biógrafo de Carmen Hernández ha señalado que "era una mujer de una grandísima personalidad. Desde muy niña ha tenido una fuerte llamada de Dios a una vocación que tarda mucho en descubrir. Y ese amor a Jesús, como continuamente va a decir ella, va a ser la principal motivación de su vida".

El profesor Cayuela reconoce que el viaje que realizó a Israel resultó central en su vida: "Ella fue sólo a pasar el verano y volver, luego le sale un trabajo en un importante instituto de investigación en Haifa, un trabajo sobre la radiación solar, ella que había estudiado Químicas piensa que así podrá costearse su gran aspiración, que es irse de misionera a la India, ella va descubriendo y encajando todas las piezas de su vida anterior como religiosa, del amor que tenía tan grande a la Palabra de Dios...".

El biógrafo reconoce que el Camino Neocatecumenal se conoce muchísimo por Kiko Argüello, "una persona con un talento extraordinario, una expresividad enorme, un artista... y Carmen siempre ha quedado un poco atrás. Es la gran desconocida. Era tímida, reservada...".

Cayuela explica que la vida de Carmen y el Concilio Vaticano II son dos caminos paralelos: "Ella interioriza el Concilio Vaticano II de una manera privilegiada por sus estudios, por sus conocimientos, por su percepción de la liturgia... Y todo eso se va a plasmar en el Camino Neocatecumenal. Ella siempre dice que el Camino es fruto del Concilio".

Según el profesor, "cuando se estudie más a fondo la figura de Carmen se va a descubrir el papel tan grande que ha jugado esta mujer en la Iglesia postconciliar".