El "Robin Hood" del Vaticano sigue repartiendo alimentos para superar la crisis del coronavirus

El Cardenal Konrad Krajewski está siendo uno de los pilares del Santo Padre durante este tiempo de pandemia

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La expansión del coronavirus en Italia ha llevado a las autoridades a aumentar las medidas restrictivas de movimiento en la población y, además, ha agudizado la miseria entre los más pobres. La Iglesia en Roma continúa realizando su labor caritativa con quien más lo necesita, los que estan más expuestos a la pandemia del coronavirus. Para ellos, el Cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio, ha entregado en los últimos días de parte del Papa Francisco unos 200 litros de leche fresca.

El cardenal polaco, colaborador del Papa para las obras de caridad, continúa entregando personalmente alimentos de parte del Santo Padre a la gente que vive en la calle, al menos, dos veces por semana. Además, Krajewski está atendiendo personalmente las diferentes realidades eclesiales en Roma, como el reparto de productos alimenticios de primera necesidad (leche y yogurt) de las villas pontificias de Castel Gandolfo.

El martes 24 de marzo, el Limosnero Pontificio visitó una comunidad religiosa ubicada cerca de la Estación Termini de Roma para regalar, entre muchas cosas, alimentos y detergentes, los cuales serán entregados a las personas sin hogar que viven por esa zona y a familias de refugiados que viven en la capital italiana.

Entre los alimentos que han sido donados por el Papa, están los 200 litros de leche fresca procedentes de las villas pontificias de Castel Gandolfo. El Cardenal ha querido realizar la entrega personalmente, de forma rápida y breve y en un espacio abierto. Ha llegado en soledad, conduciendo una furgoneta blanca. Portaba guantes, mascarilla y un chaleco amarillo que decía "Limosneria Vaticana - voluntario".

El "Robin Hood" del Vaticano

Los proyectos de caridad llevados a cabo por la Limosnería Apostólica se financian a través de las donaciones y de la venta de pergaminos con la bendición papal, certificados hechos a mano con una foto del Papa que los fieles pueden adquirir para una ocasión especial - una boda, bautismo u ordenación sacerdotal - con el nombre del que lo recibe y una bendición apostólica escrita en caligrafía. Todo lo que obtiene por ello va directamente a labores de caridad.

En invierno, el prelado de 55 años recorre cada noche las calles de Roma para llevar mantas y un plato caliente a las personas sin hogar que sobreviven en las calles de la capital italiana. Organiza almuerzos en compañía del Pontífice y ha puesto en marcha un ambulatorio que de asistencia sanitaria a quienes no pueden pagarla. Dedica la mayoría de su tiempo a los "sin techo" a los que ha instalado duchas y alojamiento en la Ciudad del Vaticano.

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En 2017, Krajewski, se trasladó a vivir a su oficina para ceder su apartamento a una familia de refugiados sitios llegada a Italia a través de los corredores humanitarios organizados por la Comunidad de Sant'Egidio. Ha visitado un campo de refugiados en la isla griega de Lesbos para entregar personalmente una ayuda de 100.000 dolares que ha servido para construir un parque infantil.

El ya bautizado "Robin Hood" del Vaticano, siempre a bordo de su pequeño Fiat, no ha dudado en ningún momento, durante esta crisis por el coronavirus, a ayudar a los más necesitados y, aunque no vista como un cardenal y rechaza cualquier protocolo de poder o jerarquía, en Roma no para de socorrer a los más pobres.