La fe de Concha Espina: única española propuesta a Premio Nobel y con una calle junto al Bernabéu
Concha Espina (1869 -1955), fue una escritora española propuesta para el Premio Nobel de Literatura
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María de la Concepción Jesusa Basilisa Rodríguez-Espina y García-Tagle, más conocida como Concha Espina (1869 -1955), fue una escritora española cuya biografía reducida se encuentra en la web de la Real Academia de Historia.
A destacar de la misma que es la única española que ha sido propuesta para el Premio Nobel de Literatura. En la exposición ‘Mujeres Nobel ’exhibida en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en 2017, en uno de sus carteles se recogían unas declaraciones suyas en las que dijo lo siguiente: “Soy católica, y a mi juicio, la Iglesia gana separándose del estado”.
El Nobel y un sillón en la Real Academia de la Lengua, para el cual al igual que en el caso del Nobel también fue propuesta, pero se quedó en el camino…La niña de Luzmela, El metal de los muertos, son algunas de sus más afamadas novelas, que la catapultaron a la primera línea de la intelectualidad española de la época, que la llevó a mantener una tertulia a la que asistían Ramón y Cajal, Ortega y Gasset, Antonio Machado, Gerardo Diego, Blanca de los Ríos, Ricardo León, María Blanchard, García Lorca…Gregorio Marañón llegó a comentar de su novela Las niñas desaparecidas: “Hace un bien casi físico al lector”.
Ramón y Cajal, Menéndez Pidal, Jacinto Benavente, Gerardo Diego, son algunos de los que la propusieron para el Nobel que finalmente no recibió.
Sin embargo fue miembro de la Academia de Artes y Letras de Nueva York y de la Hispanic Society, y recibió el Premio Nacional de Literatura (1927), el Premio Cervantes de Novela (1949), la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo y la Banda de Alfonso X El Sabio entre otros.
En 1929 viajó a Sudamérica como embajadora extraordinaria de Alfonso XIII, durante cuya monarquía confesional católica salieron adelante frutos del Regeneracionismo como la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), la Residencia de Estudiantes o la Residencia de Señoritas, cuyo final se debió básicamente a la brutalidad con la que los trató el Ejército del Frente Popular impregnado de ateísmo.
Las últimas palabras de este portento de católica, recogidas en el recordatorio de su fallecimiento, en el que se señala que murió tras recibir los santos sacramentos y la bendición papal, fueron: “Ahora sí que voy a ver, para no cegar más”.