Santos y pecadores en la Guerra de los Cristeros

en tiempos recientes es el que aparece recogido en

(Ediciones Palabra) de

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Los antecedentes históricos (golpes de estado, revoluciones, asesinatos) explican la situación a la que se llegó en 1926 con la Cristiada, una guerra civil que duró tres años debido a la sublevación de los católicos ante los presupuestos antirreligiosos de la Constitución. Si bien el gobierno mexicano no peligró, se vio obligado a negociar, aunque traicionara los acuerdos. La situación produjo un desgaste para todas las partes: gobierno, eclesiásticos que vivieron una situación de catacumbas, incluida la Santa Sede ya que no se normalizarían las relaciones Iglesia-Estado hasta sesenta años después, y guerrilleros cristeros.

Pero en medio hubo un buen puñado de mártires, algunos ya beatificados, cuyos relatos ejemplares, muy bien contextualizados, quedan plasmados en estas páginas. La galería de personajes que aquí aparecen impacta a cualquier lector: tanto si son líderes políticos y militares, obsesionados con erradicar el catolicismo al que consideraban causa de todos los problemas de México, como si son obispos, sacerdotes y laicos, que se vieron obligados al exilio, a la prohibición de toda práctica religiosa y a afrontar la tortura y el martirio.