Nuestra Señora del Carmen, Madre de Misericordia y del mar

Hay Títulos y Advocaciones marianas en las que sobran las palabras porque la Devoción lo dice todo. En este ecuador del mes de julio, celebramos a Nuestra Señora la Virgen del Carmen. Esta Advocación es de las más queridas entre lso fieles por todo el mundo. Es la muestra de Dios que cuida de su Pueblo y le da todas las facilidades para agarrarse a su Divina Misericordia, en este caso a través de su Santísima Madre.

Tal y como relata el Profeta Elías, cuando se encuentra en la cueva, manda a su criado salir fuera varias veces, hasta que en una de ellas, ve como una nubecilla que sube del mar hacia el Cielo, prefigurándose en este Pasaje Bíblico la singular Advocación Mariana que celebramos. Desde ese momento los Carmelitas se establecen en el Santo Monte Carmelo con una particular devoción a Santa María Virgen.

Posteriormente en el siglo XIII, la Virgen del Carmen se apareció a San Simón Stock, haciéndole la promesa de asistencia en el momento de la muerte, y de salvación a quienes llevasen impuesto el Santo escapulario. También prometió a quienes fuesen al Purgatorio que Ella misma les llevaría al Cielo el sábado siguiente después de su muerte. De esta forma se extiende por todo el mundo la Devoción a Nuestra Señora del Carmen.

Los carmelitas, al extender el amor a María por todo el orbe ven cumplido el ideal de Elías, consagrándose a la Virgen. Al tomar el hábito, lo hacen en honor de la madre del Cielo y, por Ella, a Cristo. También hoy es el Día del Apostolado del Mar. María, Estrella del Mar, es la Singular Protectora de los marineros y pescadores que diariamente se ganan la vida faenando en las aguas. El lema de este año es “Cuidad de los mares, cuidad de sus gentes”.