San Juan Francisco de Regis

Su estilo de prédica era sencillo y directo, que lo hacían comprensible para el pueblo sencillo. Recaudaba dinero y comida de la gente próspera para dársela a los pobres

San Juan Francisco de Regis

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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En muchas circunstancias de la vida, el Señor suscita personas que lleven su mensaje a través del don de la palabra, gracias a la elocuencia que ha recibido como un don del Cielo. Hoy celebramos a San Juan Francisco de Regis. Nace en 1597 en medio de un ambiente donde todavía permanecían las discordias entre los católicos y hugonotes, que era el nombre que recibieron los luteranos en Francia.

Un año después, el rey Enrique IV, promulgó el Edicto de Nantes, otorgando una libertad plenamente religiosa a los protestantes. En medio de este ambiente, Juan ingresa en la Compañía de Jesús, estudiando Teología, época en la que una terrible peste asola Toulouse, en la que morirán 87 jesuitas. Esto será lo que le estimule a ser sacerdote, teniendo algunos problemas para la profesión solemne, pero su ardor por ayudar a las personas es más fuerte que todas las dificultades.

Ya dice la Escritura que, en todo vencemos por Aquel que nos ha amado y nada nos podrá apartar de Él. Pronto irá destinado a Montpellier donde destaca por sus grandes dotes de predicador lo que le hace admirable para unos, mientras no faltan las envidias a su elocuencia. Poco después intenta ir a Canadá, pero la Providencia le depara otro plan como es continuar en el país galo donde muchas Diócesis necesitan ayuda ante los crecientes problemas que sufren.

Concretamente en Viviers, convierte a los fieles y devuelve la salud espiritual que necesitaban. Su ministerio se articula en la vida de oración y el ejercicio de la caridad, entendiendo que gracias a la vida de trato con el Señor se puede llegar a hacer verdaderas obras de misericordia y de amor hacia el prójimo. San Juan Francisco de Regis muere en el año 1640.