SANTO 29 NOVIEMBRE
San Saturnino de Tolosa: El Santo cuya vida cuya vida mereció ser recogida como testimonio de Fe
Hoy recordamos a San Saturnino de Tolosa, un Santo cuya vida transcurrió en las Galias.
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Gracias a la capacidad de escribir de los clérigos y su refinamiento cultural se han conservado muchas vidas de Santos que sino habrían pasado inadvertidas. Son escritos que han permanecido de siglo en siglo y de generación en generación. Esos verdaderos testimonios que reflejan de forma leal, sin ambages ni extrañas interpretaciones, lo que fue ese Santo para su tiempo y para la vida de la iglesia. Hoy es San Saturnino de Tolosa, un hombre cuya riqueza de vida ha llegado gracias a las obras que se han escrito acerca de él y que por encima de cualquier testimonio son verdaderos relatos.
La Catedral de esta ciudad francesa, contaría con este Santo como su primer Obispo. Entre los diversos relatos que hay acerca de su origen, algunos le señalan como descendiente de personajes nobles romanos. Su familia habría sido culta. Cesáreo de Arlés, por su parte, le presenta como uno de los discípulos del Señor, oriundo de Oriente.
Lo que aparece en el siglo III, de forma más fidedigna es, que en el año 250, cuando Decio gobierna Roma, en Tolosa existe una floreciente comunidad cristiana, pastoreada por Saturnino. También cuentan las actas cómo son martirizados y su culto se extiende por todas las Galias, el mediterráneo y pasa hasta Hispania.
La extensión del Imperio visigodo y el camino de Santiago fomentan la devoción al Santo que, según el martirologio, fue arrojado desde las gradas. Su sucesor, el Obispo Hilario, construyó una basílica en su honor que sería destruida el 711. Tras su construcción definitiva en el siglo XI, el Papa Urbano II la consagra y el Obispo Raimundo de Falgar depositará en el coro las reliquias del Santo a fin de que fuese honrado con devoción por el pueblo fiel.