San Juan Bosco
El promotor espiritual y humano de los jóvenes, de origen italiano, nació en el año 1815
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La Salvación de Dios siempre es integral porque viene a redimir desde el interior alma y cuerpo. Por ello ha suscitado carismas en la Historia de la Iglesia centrados también en revitalizar el aspecto humano de la persona. Hoy nos encontramos en el calendario, cerrando el mes de enero, en este IV Domingo del Tiempo Ordinario, a San Juan Bosco, cuya obra se extiende en bien de los adolescentes y jóvenes, luchando por su formación integral.
El santoral de hoy, domingo 31 de enero
De origen italiano, nace en Turín, junto a Castellnuovo, en el año 1815. Dentro de una niñez dura, vive durante mucho tiempo con una tía suya que asistía en casa de unos sacerdotes. Así descubre su vocación, ingresando en el Seminario hasta ordenarse presbítero. Creyendo ser llamado a las misiones, San José Cafasso, al que la Providencia puso en el camino de Juan, le hizo ver que su apostolado estaba en los barrios más necesitados, poniéndole en contacto con ellos.
Pronto Don Bosco advertiría la miseria de estos jóvenes y adolescentes, comprendiendo que el Señor le impulsaba a dedicarse especialmente a ellos. La incultura que sufrían, así como la mala costumbre de robar y hacer daño que habían adquirido, hace que trate de instruirles en la educación espiritual y humana.
Es entonces cuando se fragua un nuevo camino de santificación que Cristo iba a abrir en la Iglesia a través de él: los salesianos. El carisma de esta Congregación extendida por todo el mundo, trataría de trabajar desde la formación en la Fe y la vida de tantos chicos que andan sin rumbo, como ovejas sin pastor. Ante tantos problemas que agobian a la Iglesia de entonces, él ofrece luz para resolverlos desde sus escritos y reflexiones. Muere en 1888.