Un agricultor de Córdoba creyó que era chatarra en medio del campo y un año después sus hermanas no dan crédito al descubrir lo que ignoró
Mientras pastaban el ganado en una finca familiar, dos hermanas toparon con un antiguo recipiente que su hermano había ignorado un año antes, sin imaginar que dentro escondía un hallazgo que pasaría a la historia

Publicado el - Actualizado
3 min lectura
En 1926, dos hermanas que pastaban el ganado en una finca de Alcaracejos descubrieron por casualidad uno de los conjuntos de piezas ibéricas más notables hallados en la provincia de Córdoba: el Tesoro de Los Almadenes. Un conjunto de objetos de plata y monedas que, pese a su trascendencia arqueológica, no fue plenamente reconocido hasta años después, cuando se expuso en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.
El descubrimiento tuvo lugar en el Cerro del Peñón, cerca de la mina de Almadenes, de donde el conjunto toma su nombre. Todo comenzó un año antes, en 1925, cuando Manuel Fernández, agricultor de Villaralto, trabajaba la tierra con su arado y notó que la reja había topado con una olla metálica semienterrada. Pensando que se trataba de un viejo recipiente abandonado por mineros, no prestó atención y continuó su labor.

Monedas del Tesoro de Los Almadenes
Sin embargo, en 1926, sus hermanas Otilia y Catalina Fernández, al volver a la zona para apacentar el ganado, decidieron investigar lo que su hermano había ignorado. Con la ayuda de sus cayados, terminaron de desenterrar el recipiente y lo que encontraron dentro les sorprendió profundamente: una colección de objetos de plata corroída por el tiempo, entre los que se encontraban monedas y joyas antiguas.
Un conjunto arqueológico de excepción
Más tesoros del Patrimonio Nacional

Un lugar en la tierra: Murcia
El hallazgo no tardó en despertar el interés de algunos estudiosos locales. Las piezas fueron vendidas al subdelegado de Farmacia de Pozoblanco, Moisés Moreno Castro, quien en julio de 1928 las entregó a Antonio Carbonell, encargado de conservarlas en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.
El entonces director del museo, Samuel de los Santos, documentó y publicó los detalles del hallazgo en el Boletín de la Real Academia de Córdoba en 1928. Sin embargo, cometió un error geográfico al registrar el conjunto como el “tesoro de Pozoblanco”, cuando en realidad el hallazgo se había producido en el término municipal de Alcaracejos, una confusión comprensible si se tiene en cuenta que los límites municipales en la comarca de Los Pedroches se habían redefinido recientemente, en 1909.
El tesoro fue mostrado al público por primera vez fuera de Córdoba en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, celebrada en el Palacio Nacional de Montjuïc, consolidando su importancia a nivel nacional.
Objetos de plata y monedas romanas
El Tesoro de Los Almadenes está datado a finales del siglo II a. C., en plena época ibérica tardía, y es considerado un ejemplo representativo del contexto económico y cultural de la Hispania romana.

Joyas del Tesoro de Los Almadenes
Entre las piezas que lo componen destacan:
El conjunto evidencia una acumulación de riqueza considerable, que posiblemente fue ocultada en tiempos de inestabilidad política o social. Aunque no se ha determinado con certeza quién lo enterró ni por qué, es probable que su propietario lo escondiera con la intención de recuperarlo más adelante, algo que nunca ocurrió.
Hoy, el tesoro se conserva y se expone en el Museo Arqueológico de Córdoba, donde continúa despertando la curiosidad de investigadores y visitantes que desean conocer mejor el legado ibérico de Andalucía.