Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela, en TRECE: "Fue casi un Rafa Nadal en literatura"

La periodista ha recordado la figura del que fuera su marido destacando su "trabajo incansable durante toda su vida"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando se han cumplido 20 años del fallecimiento de Camilo José Cela, 'Código Samboal' ha hablado con Marina Castaño, periodista y viuda del escritor, para recordar la figura del Premio Nobel.

Castaño asegura que "fue un hombre extraordinario que fue mi marido durante 17 años, para el público un escritor que trabajó incansablemente durante toda su vida, que consiguió llegar a lo más alto de la literatura, fue casi un Rafa Nadal de la literatura". Además, recuerda las que considera, sus facetas más destacadas: "su constancia, su método, trabajando a las mismas horas, haciendo las mismas cosas a cada momento. Del hombre recuerdo su sensibilidad a flor de pie, su compasión por el ser humano, por los más desfavorecidos. Sus filias y también sus fobias, que las tenía".

Dos décadas después de la muerte del escritor, muchos jóvenes no lo conocen, como ha comprobado TRECE. Respecto a esta cuestión, su vida apunta que "el sistema educativo es muy precario, la difusión de su obra es muy precaria y hay muchísimos factores que influyen en que no se le conozca". Y añade: "Todos sabemos que el sistema educativo actual es muy deficiente, me da mucha pena pensar que los niños que ahora estudian el bachillerato no van a tener una cultura general tan completa como los que a nuestra edad que hicimos un bachillerato completísimo, con una cultura general en todos los ámbitos".

Castaño ha recordado que "transcribía a máquina todos sus manuscritos", ya que a Cela "le gustaba escribir a mano en unos cuadernos como los de los escolares y así era su método de trabajo". En cuanto a su legado, "el intentó que estuviera todo aunado en la fundación que lleva su nombre", pero no fue posible.

La periodista ha confesado que "quisieron que fuera una fundación privada", pero "en la crisis de 2008, empresas y bancos que nos subvencionaban se fueron retirando poco a poco y no me quedó más remedio que hacer una fundación pública y entregársela al gobierno gallego". "Tenemos que convencernos de una cosa, a los políticos les interesa muy poco la cultura. Hay cuadros de la colección de Cela desperdigados en despachos oficiales y algún pariente lejano los reclamó. Algo muy triste porque su deseo era muy distinto, que todo estuviera aunado en la Fundación para ponerlo al servicio de la cultura y el que quisiera pudiera ir a estudiar allí su obra", ha revelado.

Marina Castaño también ha contado cuando conoció al escritor y como fue su vida tras su muerte. "Nos conocimos cuando yo tenía 26 años y nos casamos cuando tenía 30 por lo civil y seis años más tarde nuestra boda eclesiástica. Cuando me quedé viuda era un sin vivir, porque yo despertaba mucha curiosidad por ser viuda joven y viuda de un hombre tan importante", han sido sus palabras.

"Más de una vez tuve que salir en el maletero de mi casa porque los fotógrafos estaban apostados en la puerta de mi casa todo el día y me perseguían hasta para ir al mercado. Luego me dejaban en un descampado y yo continuaba mi vida sin fotógrafos a la espalda", ha añadido, a modo de anécdota. Aunque, para su tranquilidad, "poco a poco, fui perdiendo interés para este tipo de prensa y fueron dejándome tranquila dentro de un respeto que yo valoro muchísimo".

Respecto a su carrera, la periodista recuerda que ha hecho radio, televisión, prensa escrita. "He hecho televisión, escribo en periódicos, he desarrollado todas las facetas del periodismo y nunca dejé de hacerlo porque aún en vida de él yo seguí trabajando y cuando él faltó más todavía. Cuando volví a casarme volví a despertar curiosidad entre la prensa, pero se entendió que tenía un perfecto derecho a la vida normalizada", ha contado en TRECE.