La maternidad de Leire tras dos abortos: "Cuando te das cuenta de que eres madre de un hijo muerto... es duro"

En 'El Cascabel' de TRECE, hablamos con Leire Navaridas quien, tras dos abortos, se ha convertido en defensora de la vida y dedica sus esfuerzos a apoyar a mujeres embarazadas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha valorado la aprobación del proyecto de reforma de la ley del aborto como una muestra más de que el Gobierno de coalición es "feminista" y en tiempos de crisis "garantiza derechos para todas las mujeres", en contra de los ejecutivos del PP, que "los destruye". Algunas de las claves que se incluyen en esta ley es la creación de un registro de objetores de conciencia, se eliminan los tres días de reflexión y las mujeres se podrán tomar el tiempo que necesiten para decidir el aborto y las menores, a partir de los 16 años, podrán abortar sin el consentimiento de los padres.

En ‘El Cascabel’ de TRECE, hablamos con Leire Navaridas quien, tras dos abortos, se ha convertido en defensora de la vida y dedica sus esfuerzos a apoyar a mujeres embarazadas: “Como madre de tres y solo uno vivo, me sorprende que la ministra, teniendo tres hijos, pueda legislar con semejante frialdad y desconexión ante la maternidad”.

“Yo he pasado por una intervención violenta del embarazo, creyéndome que esto es un derecho que, al ejercerlo, te estás liberando de un problema. Vas con esta ignorancia y engaño y luego te topas con la realidad y es que eres madre de un hijo muerto y eso es muy duro”, explica Leire que, durante años, asegura que no fue consciente: “Sé que, como miles de mujeres, te construyes una película donde justificas esa intervención, pero en lo profundo existe una desconexión brutal con lo que eres. Tras años de terapia pude conectar con ese destrozo donde el aborto no es más que la cúspide de una historia donde hay mucho desamor y mucha violencia y maltrato”.

Antes de tener a su tercer hijo, el segundo, aunque era deseado, nació muerto, algo que supuso una gran frustración: “Al año de la primera intervención violenta me volví a quedar embarazada y fue cuando el psicoterapeuta me dijo que dejara de destruir y me pusiera a construir cuando me pude ilusionar con el embarazo, aunque también terminé perdiendo ese bebé”. Aun así, Leire considera que “ser madre de un hijo vivo es lo más maravilloso que pueda tener una mujer en su vida, amar incondicionalmente es una maravilla. Te plantea unos retos a otros niveles porque los hijos suponen una motivación para resolver otros problemas que no hubieras resuelto. Cuando eres madre te vuelves muy poderosa. Apoya la maternidad, es feminista y destrozarla es lo más machista del mundo”.

Leire relata su experiencia ayudando a mujeres embarazadas y a madres que, en el pasado, han tomado la decisión de abortar: “Cuando he contactado con mujeres que estaban pensando realizar el aborto, el éxito ha sido nulo porque son mujeres que tienen esa idea muy instaurada. Soy de más ayuda con mujeres que se identifican con mi testimonio, madres que han perdido a sus hijos de forma violenta, que se sienten tan mal que están desesperadas”. A todas estas mujeres que necesiten apoyo, Leire asegura que “el trauma se puede superar, pero hay que enfrentar el dolor. Nosotras somos víctimas de violencia, ya sea por ignorancia, amenaza… te argumentan y te dicen que no era un bebé, que no pasa nada cuando tú te sientes sola y el sentimiento de culpa, dolor y pena es mucho mayor que aquel que te llevó a abortar”.