Serafín Giraldo, sobre el final del estado de alarma: "Parecía que se estaba celebrando Nochevieja"

El inspector de policía critica en TRECE la actitud de los jóvenes en las grandes concentraciones que se han producido este fin de semana tras la finalización del estado de alarma

Redacción TRECE

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Serafín Giraldo, inspector de Policía, ha valorado en 'El Cascabel' de TRECE las concentraciones de miles de jóvenes que se han lanzado este fin de semana a las calles para festejar el fin del estado de alarma y del toque de queda, especialmente en la noche del sábado al domingo. En Madrid, por ejemplo, la mayoría de los jóvenes consumieron alcohol en las calles ante la impotencia de la Policía Municipal que tuvieron que desalojar la Puerta de Sol.

"No se celebró nochevieja en su momento y se celebró ayer. El titular es que se desbordó la situación en España", asegura el inspector Giraldo. "Hubo muchos menores que se convocaron a través de redes sociales, WhatsApp, Facebook. Convocaron este tipo de reuniones".

"El titular es que se desbordó la situación en España"

En la Comunidad de Madrid, se ha dado la paradoja este sábado de que a las 23.00 horas los ciudadanos se tenían que recoger en sus casas porque aún regía el toque de queda y podían ser multados por no respetarlo, pero una hora después tenían de nuevo libertad de movimiento sin restricciones. Pero muchos jóvenes se han saltado esta “hora fantasma”, no así los locales de restauración que han echado el cierre a las once de la noche y una hora antes han dejado de servir, conforme a la norma.

En cuanto a qué armas tiene la Policía Nacional para enfrentarse a esta situación, Giraldo asegura que "la única arma que tenemos es la Ley Orgánica de protección y seguridad ciudadana, la mal llamada ley mordaza, tan criticada en 2015, nos sirve para evitar este tipo de aglomeraciones. El sábado se castigaba el botellón en lugar público".

En este sentido, Giraldo añade que "lo único que podemos sancionar es el consumo de alcohol en vía pública, pero no podemos castigar las reuniones, el derecho de reunión es libre. Es cierto que una autonomía puede pedir un estado de alarma, pero cuando tenga un problema concreto. Pero el problema en España es global, debería ser el Estado el que mantuviera el estado de alarma u otra legislación que lo supliera", concluye.