Vota | ¿Le parece bien que Pedro Sánchez no declare y se querelle contra el juez?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha acogido este martes a su derecho a no declarar contra su mujer, Begoña Gómez, ante el juez que la investiga por presunto tráfico de influencias e inmediatamente ha interpuesto una querella contra el magistrado, Juan Carlos Peinado, por prevaricación.

Sánchez, en una declaración que ha durado dos minutos, simplemente ha ratificado que la investigada es su mujer y que, por tanto, se acogía a su dispensa a no declarar en contra de ella, como le permite la ley.

Poco después, la Abogacía del Estado, en representación de la Presidencia del Gobierno, que ostenta Sánchez, ha presentado una querella ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra Peinado por un presunto delito de prevaricación judicial.

La querella pide al TSJM que investigue al magistrado al considerar que dictó "a sabiendas" varias resoluciones "injustas" y contrarias a lo dispuesto en la norma, ya que atendían a "convicciones propias" que "se apartan de su deber investigador".

A las 10:20 horas el juez Peinado ha llegado al complejo presidencial por la puerta principal del Palacio de la Moncloa, acompañado de su comitiva judicial a bordo de un Renault Clio de color azul.

También lo ha hecho la letrada de Vox, Marta Castro, quien ha acudido en nombre de todas las acusaciones populares, entre las que se encuentra el autodenominado sindicato Manos Limpias, HazteOír, Iustitia Europa y Movimiento por la Regeneración Democrática de España, cuyos representantes se han quedado a las puertas de la Moncloa.

Dos minutos de declaración

Sánchez estaba citado a las once de la mañana en un despacho de las instalaciones de la Moncloa, donde previamente se había instalado un sistema para registrar su declaración como testigo ante el juez, la fiscalía y los letrados de la defensa y de Vox.

En los cerca de dos minutos que ha durado la comparecencia, Sánchez se ha acogido al artículo 416 de la ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim), que le exime de declarar en contra de un familiar directo.

El presidente ha comparecido solo, sin el acompañamiento de ningún asesor y vestido con un traje azul, han señalado fuentes jurídicas.

Para la letrada de Vox, Sánchez se ha mostrado "impávido y altanero" ante el juez, mientras que para el abogado de Begoña Gómez, el exministro Antonio Camacho, el presidente se encontraba "absolutamente tranquilo".

Sánchez se querella contra el juez

Una vez que todas las partes han abandonado la Moncloa ha trascendido que la Abogacía del Estado ha presentado, en representación de la Presidencia del Gobierno, una querella por prevaricación contra el juez Peinado.

La presentación de la querella se justifica en "la necesidad de defender" la institución de la Presidencia del Gobierno frente a "las actuaciones puntuales" del juez Peinado, sin que esto suponga "un ataque al poder judicial".

La Abogacía del Estado argumenta su escrito que el magistrado no debió acudir a la Moncloa a interrogar al jefe del Ejecutivo, sino permitirle declarar por escrito, como dicta la ley para comparecencias que giren en torno a cuestiones conocidas por razón de su cargo.

Sin embargo, tanto Peinado como su sustituto mantuvieron en sendas providencias que el juez debía acudir a Moncloa para interrogarle por cuestiones que no tienen que ver con su cargo.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha afirmado tras el Consejo de Ministros que la querella pretende defender "la dignidad" de la Presidencia del Gobierno y que "esto no vuelva a suceder nunca más a ninguna persona", independientemente de su ideología política.

Las acusaciones no descartan una imputación y la defensa no lo contempla

A la salida de la Moncloa, los letrados de las acusaciones populares han anunciado que valorarán "el alcance" de la "no declaración" de Sánchez, al considerar que sí tenía que haber respondido a las preguntas relacionadas con los otros dos investigados y explicar los conocimientos que tiene "sobre unos hechos de los que es testigo".

Es por ello que no han descartado la posibilidad de que, como ya ocurrió con otros imputados en la causa que investiga a Begoña Gómez por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, el presidente pueda pasar de testigo a investigado.

Por el contrario, el letrado de Begoña Gómez ha opinado que no cabe "en ningún caso" la opción de que el presidente del Gobierno acabe investigado porque "no hay objeto del procedimiento".

Camacho ha incidido en que la declaración de Sánchez era "innecesaria" y ha cargado, una vez más, contra una causa que considera "imprevisible".

La citación de Sánchez en la Moncloa, entre un amplio dispositivo de seguridad, ha levantado gran expectación mediática y la protesta de una quincena de personas que, convocados por la organización ultracatólica HazteOír han proferido consignas en contra del presidente del Gobierno y su esposa.

Feijóo cree que Sánchez tendrá que responder por "tantas injusticias"

Tras la comparecencia ante el juez, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha advertido a Sánchez de que aunque no haya querido declarar ante la justicia, "responderá ante los españoles por tantas injusticias", tal y como ha asegurado en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.

Más contundente ha sido el portavoz del grupo parlamentario popular, Miguel Tellado, quien ha indicado que el presidente del Gobierno es "más sospechoso que nunca" por haberse acogido a su derecho a no declarar.

Según Tellado, el entorno de Sánchez está "acorralado por la corrupción" y si no ha declarado es que "está reconociendo que no tiene explicaciones para lo que ha sucedido en Moncloa en los últimos años".

"Sánchez y Gómez han convertido el Palacio de la Moncloa en una especie de 'coworking' al servicio de determinadas empresas que se han beneficiado de la amistad con la mujer del presidente del Gobierno", ha apsotillado.

Desde Vox, su líder, Santiago Abascal, se ha referido a la querella presentada por Sánchez y ha opinado que con ella el presidente del Gobierno "pretende que la corrupción que le rodea ni siquiera pueda ser juzgada". Cree, además, que va a "iniciar una cacería contra los jueces que se atrevan a velar por la ley".