La predicción del almirante Garat sobre si estamos o no cerca de una Tercera Guerra Mundial: "Ya ha pasado"
Juan Rodríguez Garat, almirante retirado, analiza en 'TRECE Al Día' la situación de la guerra entre Rusia y Ucrania, después de que España haya cerrado su embajada en Kiev por temor a un ataque ruso
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España ha cerrado hoy la embajada en Kiev, después de que haya hecho lo mismo, unos minutos antes, la embajada de Estados Unidos en la capital ucraniana ante el temor de un posible ataque aéreo ruso de gran intensidad sobre Kiev.
¿A las puertas de una Tercera Guerra Mundial?
Juan Rodríguez Garat, almirante en la reserva, mantiene la apuesta que ha hecho en TRECE cada vez que se ha recrudecido la guerra entre Ucrania y Rusia. ¿Esto va a desembocar en una Tercera Guerra Mundial?: “Hay una cierta sensación de que estamos viviendo otra vez la misma historia. Esto ya ha pasado”, advierte para mantener la tesis de que esto no va a suceder y recuerda que “cada vez que hay sobre la mesa un nuevo sistema de armas que se puede entregar a Ucrania, Putin establece una línea roja, amenaza con declararse en guerra con la Alianza Atlántica, una vez que se traspasa esa línea roja cambia de lenguaje, amenaza con destruir los sistemas que se han entregado a Ucrania y una vez que no consigue destruir esos sistemas, pues continúa la guerra como venía transcurriendo”.
El almirante Garat considera que todas estas amenazas por parte de Putin son amenazas “vanas” y que todas las armas que se le entregan a Ucrania son “pocas” y llegan “demasiado tarde”, por lo que no van a resolver la guerra y, por este motivo, “la guerra continuará mientras la dinámica que existe promueve un equilibrio: cada vez que Rusia da un paso adelante, Occidente contrarresta ese paso, pero nunca vamos allá”.
El motivo por el que España cierra su embajada en Kiev
Sobre el hecho de que España haya cerrado, como Estados Unidos, nuestra embajada en Kiev al público por la amenaza o la posibilidad de un fuerte bombardeo ruso sobre Kiev, subraya que nos encontramos ante un ataque anunciado, algo que no corresponde a lo normal en una guerra de este tipo. Además, Juan Rodríguez Garat deja claro que “un ataque a las embajadas está prohibido, no se va a atacar a una embajada deliberadamente”.
Entonces, ¿por qué se han cerrado las embajadas?: “Un exceso de precaución les ha llamado a cerrar la embajada para que sus trabajadores prácticamente no tuvieran que desplazarse en Kiev en un momento en que se podría haber esperado un ataque ruso de represalia, que a mí me parece difícil, una predicción difícil de hacer, puesto que hace dos días o tres realizó Rusia un ataque masivo con misiles en los que suelen gastar prácticamente toda la producción de los misiles del último mes y, por lo tanto, a Rusia no le sobran esos misiles para hacer esos ataques”. Una vez que Estados Unidos declara ese cierre de su embajada, por precaución, le han seguido algunos países europeos, en concreto España, Italia y Grecia, pero el resto de los países mantienen abiertas las embajadas “y la situación en Kiev y en Rusia también es de tranquilidad”, describe el almirante.
Mil días de la guerra tras la invasión rusa de Ucrania
Donald Trump prometió acabar en su primera semana en la presidencia con esta guerra. Con esta situación, el almirante Garat explica qué se puede esperar en el devenir de ese conflicto, teniendo en cuenta que “vivimos un mundo en este momento bastante complejo” desde la invasión de Ucrania. “Se ha producido un rearme internacional, el mundo se ha polarizado en bloques no homogéneos, ha aumentado el desorden y, a pesar del rearme y del incremento en los presupuestos de Defensa, cada vez hay más impotencia en el uso de la fuerza. Ni aunque ponga sus 11 portaaviones en línea de fila en el Mar Rojo, Estados Unidos va a conseguir que los hutíes dejen de atacar con sus misiles a los bloques mercantes, porque la herramienta militar en este momento está muy limitada”. Juan Rodríguez Garat aclara cómo, al prohibirse el ataque a los civiles, como se hacía en la Segunda Guerra Mundial, ahora prácticamente las armas resultan poco amenazadoras.
Con todos estos factores en cuenta, el almirante no ve “que la llegada del presidente Trump vaya a solucionar ninguno de estos problemas. No dudo de su buena intención”, puntualiza, “no dudo de que lo intentará, no dudo de que intentará sentar a la mesa negociadora a Putin y a Zelenski, pero me temo que los dos, sobre todo Putin, le va a decir que no va a renunciar a sus objetivos”.
Todos los objetivos de Putin sin cumplir
El presidente ruso no ha cumplido, a pesar de los mil días de guerra, ninguno de los objetivos que le prometió su pueblo: “No ha liberado Donbass, no ha desnazificado Ucrania, no ha cambiado el gobierno de Ucrania, no la ha desmilitarizado, tampoco ha alejado a la OTAN de sus fronteras y, por lo tanto, a Putin le interesa mantener la guerra, porque en el momento en que la guerra finalice tendrá que reconocer que no ha conseguido los objetivos”. Y en el otro lado, a Zelenski le pasa lo mismo, “no va a poder recuperar todos sus territorios, pero mientras la guerra no termine puede seguir diciendo que al final su plan de victoria dará resultado”.
Por lo tanto, la dinámica actual, no nos llevaría al final de la guerra. “La única intervención que podría tener Trump que afectara a la situación actual es la retirada de fondos a Ucrania”, considera Garat. “No preveo, salvo sorpresa, que la dinámica del conflicto cambie y lo único que puede terminar con esta guerra es que uno de los dos contendientes, hartos de la situación de tablas militares que se viven, decida levantarse de la mesa. Pero no es fácil que ocurra pronto, porque Putin no tiene dónde ir si se levanta de esta mesa y el pueblo ucraniano tampoco”, sentencia.