Estas son las críticas cinematográficas de Eduardo Casanova de los estrenos más destacados esta semana:

THE ARCTIC CONVOY

Al cine todavía le quedan por contar episodios de la Segunda Guerra Mundial interesantes o poco conocidos. Este reúne ambas características y presenta suficientes alicientes como para satisfacer a los aficionados al género bélico. El suspense se impone a la acción en una película bien rodada que encadena situaciones tensas, dramáticas e incómodas. El realismo que transmite transporta al espectador a bordo del barco donde transcurre el relato. Presta atención a varios personajes que conforman un equilibrado cuadro coral. Aun así, cabe reprocharle cierta brusquedad en el cierre.

GREEN BORDER

Durísimo es un calificativo que se queda muy corto para esta película que firma Agnieszka Holland (Europa, Europa, Coying Beethoven, Charlatán). El drama humanitario que recrea sobrecoge y conmueve. Lleva a la pantalla unos tristes acontecimientos recientes que visibilizan las enormes grietas de la Unión Europea en política migratoria. El hecho de que las imágenes sean en blanco y negro no menoscaba su realismo. Cuenta con una factura técnica impecable, como evidencian las violentas secuencias nocturnas. El Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia se antoja muy merecido.

VIDAS PERFECTAS

A primera vista, resulta fácil dejarse seducir ante la taquilla por el nombre de las dos actrices que encabezan el reparto: Jessica Chastain y Anne Hathaway. Sin embargo, tal reclamo solo puede multiplicar la decepción que supone este fallido remake de la película belga titulada aquí Instinto maternal (2018), bastante más convincente. El guion maneja los malentendidos, las neurosis y el drama con torpeza. Los estados de ánimo de los personajes sufren unos bruscos vaivenes y desconciertan. Generan una incomodidad permanente y provocan rechazo, lo que incluye al travieso e indisciplinado Theo. Hasta las reputadas intérpretes dan la sensación de no creerse sus papeles en muchos momentos.