Va a un bar de Santander, pide unos bocadillos para llevar y lo que le cobran al llegar la cuenta acaba en denuncia

Ahora que llega el verano, nuestra cabeza está puesta en las vacaciones y en los días de desconexión que nos esperan. Puede que tú ya seas de los afortunados que ya se han podido ir a su nuevo destino o, quizá, te quede esperar todavía un poquito.

Sea como sea, seguro que solo piensas en ese momento en el que finalmente puedas irte y alejar el estrés que te produzca el día a día con nuevos planes y nuevos aires. Y seguro que, vayas a donde vayas, encuentras cosas que hacer que te refresquen.

Y no nos referimos solo a playa o piscina, sino también a esos planes en los que puedes irte a una terraza y disfrutar de un refrigerio y una bebida fresquita. Los bares, ya lo sabes, suelen ser el lugar más frecuentado por los españoles.

Un anciano va a un bar en plena ola de calor, pide un refresco y la respuesta del camarero deja a los clientes sin palabras: "Me parece..."

Especialmente, si se trata de la época estival. Y es que es un lugar perfecto de reunión con tus amigos, familiares y seres queridos. Eso sí, ahora en verano puedes encontrarte que estén llenos.

Por eso, muchos de ellos tienden a hacer reservas durante estos meses y, a los clientes, les piden que no vayan si no es mediante este método. A veces, por supuesto, es imposible reservar y, por ello, te ves volviéndote a casa.

Eso, o pidiendo la comida para llevar. Eso sí, muchas veces, no sale como es esperado y eso acaba en denuncia.

Lo que descubren una vez que les dan la cuenta.

La cuenta @SoyCamarero en X, antiguo Twitter, se dedica a hablar de todo lo que concierne a la hostelería. Habla de las imposibles ofertas que afectan a estos profesionales, y de las duras condiciones que viven en su día a día.

También recoge anécdotas de camareros y de clientes y esta que te vamos a contar es una de ellas. Todo ocurrió cuando, en un bar de Cantabria, unos clientes entraron a pedir comida para llevar.

Entre lo que pidieron fueron unos bocadillos y unas bebidas y todo, como decimos, para llevar. Fue justo cuando llegó la comida y la cuenta lo que les escamó.

Y es que, cuando revisaron la factura, se dieron cuenta de un detalle con el que no contaban. Más allá de lo que costaban los bocadillos y las bebidas, el restaurante les había cobrado el papel donde envolvían la comida, y no era precisamente barato.

Cada envoltorio costaba un euro, por lo que llegaban a cobrarle 5 euros de incremento solo por envolverlos. Al final, terminaba en denuncia pública, de la que se hacía eco @SoyCamarero.

Hay, sin embargo, algunos hosteleros que defendían esta práctica, y decían que era prácticamente obligatoria en muchos locales. “No quiero romper la lanza pero eso es por ley actualmente. Se nos ha obligado a la restauración cobrar por los envoltorios , plásticos y todo material designado para comidas para llevar Se supone que así se evita el gasto alimentario” decía un usuario.

Lo que ocurre en una terraza de un bar de Vigo que se vuelve viral

Cuando vas a un bar durante el verano (y, sobre todo, cuando más aprieta el calor), ¿sueles entrar dentro o vas a la terraza? Porque claro, depende de las temperaturas se puede estar bien o no en la terraza.

Y no tanto del termómetro, sino de otras inclemencias que puede presentar el tiempo. Pues bien, estos clientes que fueron a un bar de Vigo no calcularon bien esa posibilidad y fueron a la terraza.

Ahí se levantó un viento por el que las camareras tuvieron que actuar y les hicieron una petición. Una petición que no fue muy bien vista por estos clientes y por la que decidieron dejar una reseña negativa que ahora recoge @SoyCamarero.

“Al cabo de un rato empezaron a recoger el toldo sin previo aviso. Nosotros protestando a través del vidrio, pero las empleadas ni venían a comentar lo que pasaba. Tuvimos que ir a la barra y nos dicen que, como se levantó un poco de brisa y se mueve la lona del toldo, tienen que cerrarlo porque sino el jefe les riñe” empezaba diciendo en su indignado comentario.

“Penoso, no volveremos más. Muy bordes las empleadas” decía este cliente.

Lo que no esperaba era que el propio dueño les respondiese, con una versión un tanto distinta. “Os avisamos antes de recogerlo y creo que es totalmente entendible plegar el toldo por seguridad. Llevaros las bebidas dentro creo que todos entendemos que es un buen gesto, no entiendo qué te parece mal de eso” decían los dueños.