A lo largo del pasado año se han recibido más de 7.000 solicitudes de protección internacional en Castilla y León. Cifra que supone un aumento del 37% con respecto al año 2022. En Salamanca, un total de 766 personas han tramitado esa solicitud en lo que va de año.

Con motivo del Día Mundial del Refugiado, Cope Salamanca entrevista a una joven Venezolana, cuyo testimonio de vida nos permite tomar conciencia sobre la situación que atraviesan miles de personas que llegan a nuestro país huyendo de conflictos bélicos, situaciones de violencia o desprotección, procedentes de todo el mundo.

Huir de Venezuela a Israel y encontrar la paz en España

Tábata Stefany tiene 38 años. Hasta los 25 vivió en Venezuela, pero estudiar en la universidad de los Andes para ser profesora y pertenecer a una familia opositora al régimen del entonces presidente Hugo Chaves, le cerró las puertas a cualquier trabajo vinculado a su formación académica.

A medida que el caos se apoderaba de su país, decidió huir con su marido Luis, descendiente de judíos a Israel. Aquella fue una decisión muy difícil, pero había que intentar luchar por un futuro mejor.

La sociedad israelí no es tampoco un modelo de paz. Allí sobrevivió durante al menos 10 años, gracias a la comunidad latina con la que convivía. Pero era tan solo sobrevivir, porque no llegó tampoco a integrarse en un país en el que la violencia también está al cabo de la calle.

Tábata decidió hace 6 meses seguir los pasos de su única hermana afincada en Salamanca, donde ha comenzado una nueva vida. Actuelmente agradece a todas las entidades del tercer sector de Salamanca todas y cada una de las oportunidades que le están dando, para ofrecer a sus hijos Gael y Benjamín de 7 y 3 años respectivamente, una vida en paz y un futuro mejor.

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