La cifra no es nada desdeñable: 40.000 euros. Es la cantidad a la que puede ascender la multa que va a tener que pagar una empresa si no protege a sus empleados del coronavirus. Y es que desde ayer, las empresas que no apliquen medidas básicas para que sus empleados trabajen con seguridad se enfrentan a sanciones que oscilan entre los 2.000 y los 40.000 euros.

El nuevo decreto ley sobre medidas en transportes y viviendas que acaba de publicar el BOE va a hacer que las empresas revisen sus protocolos y se tomen muy en serio estas medidas. Se va a comprobar al detalle por ejemplo si una empresa tiene a disposición de los trabajadores agua y jabón, o geles hidroalcohólicos; y si está garantizando que haya una distancia interpersonal mínima de 1,5 metros o el uso de mascarillas. Será la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social la encargada de comprobar estos cumplimientos.

El BOE detalla que las medidas tienen que centrarse en la ventilación, la limpieza y la desinfección.

Miguel Arenas, experto en prevención de riesgos laborales y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya ha repasado estas medidas en Mediodía COPE. “Sobre todo lo que se tiene que valorar es la intencionalidad y la negligencia. Por ejemplo, imaginemos lo que hemos vivido, un desabastecimiento de mascarillas, no hay una intencionalidad, no se podía imponer creo que ni la sanción pero si se pusiera sería en su grado mínimo y luego hay que tener en cuenta otros factores como puede ser la peligrosidad y el número de trabajadores afectados”, ha descrito.

Un ejemplo sobre una posible causa de infracción en la que el empresario no tendría culpa intencionada es cuando en una oficina no se pueden utilizar las ventanas y se tiene que recurrir a la ventilación artificial.