La Audiencia Provincial de Logroño ha condenado a 22 años de prisión a un hombre acusado de asesinar en 2020 a un profesor jubilado de 73 años en su domicilio, donde murió desangrado por los golpes recibidos, y a otros 3 años y 3 meses por el delito de obstrucción a la justicia.

También le impone el pago de 40.000 euros a la hija de la víctima en concepto de responsabilidad civil y 10 años de libertad vigilada una vez el acusado cumpla la condena de prisión, ha detallado este lunes, en una nota, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de La Rioja.

Durante el pasado mes de mayo se celebró este juicio, en el que el jurado popular, con el voto a favor de 7 de sus 9 miembros, declaró culpable a este hombre, de 34 años y sin antecedentes penales; al igual que a una mujer, procesada en esta causa al ser acusada de obstrucción a la justicia y encubrimiento al ayudar al condenado a huir, por lo que le ha impuesto una pena de 4 años de prisión.

El profesor prestó a esta mujer 52.000 euros y, al no devolverle el dinero, la acusó de estafa, por lo que le pedían 6 años de prisión, hechos que conocía el acusado, quien tuvo una relación con ella.

Un brutal paliza

La Audiencia recuerda en su sentencia que el jurado consideró probada la brutal paliza del acusado al profesor, al que dejó "herido de muerte e inerte en el suelo" y que, dos días después, ambos procesados organizaron la huida del autor, quien viajó a Italia, donde tiempo después vivió con la condenada.

También considera que hubo "ánimo de matar" por parte del acusado, ya que, tras un prolongado y brutal despliegue de violencia, se marchó del domicilio y dejó al agredido desangrándose.

Precisa que hubo alevosía por la vulnerabilidad en la que se encontraba la víctima, sobre todo tras los primeros golpes.

El fallo judicial califica de "irrelevante" la ausencia de huellas dactilares o restos de ADN del acusado en el lugar del crimen e incide en "las falsedades y alegaciones inverosímiles o contradictorias" que expresaron en el juicio los dos condenados.

La Audiencia, en su sentencia, ha recogido la solicitud de la acusación particular, que solicitaba una pena de 25 años de cárcel por el delito de asesinato.

El fiscal, que pedía inicialmente 16 años de cárcel por un delito de homicidio, se adhirió durante el juicio a la petición de la acusación particular de asesinato, aunque fue partidario de aplicar el grado medio de 20 años de prisión.

Las defensas pidieron la absolución y, tras conocerse el veredicto del jurado, anunciaron sendos recursos de apelación ante el TSJ de La Rioja; y la del imputado solicitó que, en el caso de que se aplicara una sentencia condenatoria de asesinato, se le impusiera una pena de 15 años de prisión.