El presidente de la Diputación de Huesca (DPH), Isaac Claver, ha recibido este viernes en la sede de la institución provincial a su homólogo de Lleida, Joan Talarn i Gilabert. Ambos han destacado la cordialidad con la que ha transcurrido el encuentro y han acordado poner en marcha proyectos conjuntos que atañen a ambos territorios.

Entre ellos, establecer un frente común para exigir al Gobierno de España mejoras en las comunicaciones por tren convencional recuperando los servicios perdidos y, por carretera, acelerando las obras de la N-230.

Las diputaciones de Huesca y Lleida van a elaborar un documento conjunto para reclamar a Renfe que recupere los servicios ferroviarios que la línea Zaragoza-Lleida ofrecía antes de la pandemia, es decir, tres frecuencias diarias por sentido.

Ahora mismo, ha destacado Claver, "el Gobierno de España no ha recuperado todavía las frecuencias (ahora son dos) que había en esta línea antes de la pandemia, no ha cumplido su compromiso y ahora lo vamos a reclamar formalmente desde ambas instituciones".

Otra de las preocupaciones que han puesto sobre la mesa Claver y Talarn en materia de comunicaciones ha sido el estado de ejecución de la carretera nacional N-230 que discurre por ambas provincias. En este caso, van a pedir al Ministerio de Fomento celeridad en la tramitación y ejecución de todos los tramos.

Joan Talarn ha señalado que es "una vía de comunicación en la que es esencial actual para garantizar la seguridad, ya que se trata de una carretera muy transitada y con mucha siniestralidad".

EMBALSE DE CANELLES

Los presidentes han acordado la creación de un órgano gestor compuesto por las propias Diputaciones y por los municipios del entorno del embalse para desarrollar el plan de actuaciones, previsto en una estrategia para mejorar y promocionar el embalse de Canelles y su entorno como destino turístico, que han impulsado ambas instituciones y que lleva redactada desde 2021.

Dicho documento incluye iniciativas como mejorar los accesos en vehículo a las zonas de aparcamiento y embarcaderos, mejorar las instalaciones para el correcto funcionamiento de las actividades acuáticas y una serie de medidas para minimizar los riesgos y la seguridad de las actividades deportivas.