QUERIDO POPS

Lo he entendido. Lo hemos entendido. Tu cara ausente, el rostro marcado, la expresión taciturna. No era el playoff, no era la impenetrabilidad de los Warriors, no era la ausencia de la estrella del equipo Kawhi Leonard, no era la vejez, no era el cansancio de 21 años como técnico de los San Antonio Spurs, 21 años clasificándote para playoffs, no es el cansancio de baloncesto, ni de los 5 anillos, no era falta de pasión.  Tu mujer, tu esposa, tu compañera, Erin, se ha marchado.

No te conozco, no te conocemos los millones de seguidores que tienes, que tiene la NBA en todo el mundo. Sólo sabemos quién eres profesionalmente, te hemos visto cientos, miles de veces en los pabellones, hemos visto tus no-entrevistas en directo en televisión, hemos visto tu mala leche cuando no entiendes al árbitro, te hemos visto pegar un paquete al jugador que no ha hecho lo que querías, te hemos visto los gestos de complicidad con el jugador cuando sabes que lo ha hecho bien, y sabes que él sabe que lo ha hecho bien. Te hemos visto tratando a un jugador como un padre gruñón que de pronto cambia el registro para ser cómplice de ese joven veterano, ya fuera Tim Duncan, Tony Parker o Manu Ginóbili.  No nos engañas, sabemos que bajo ese gruñón malencarado de aspecto militar hay un tipo de fieles convicciones y valores. Te hemos visto un registo que el mundo no conocía ,en directo, cuando atendías en el parquet al periodista que se moría, Craig Sager.

No sabemos mucho más de ti, pero sabemos que no nos la das con queso. Bajo la capa militar hay una persona que también necesita ser admirada, comprendida y que no se conforma. Te hemos leído atizando con toda crudeza al presidente de tu país por entender que no es digno de ese cargo.

Por todo ello, Pops, y aunque no te conozca, permíteme que me dirija a ti y tutearte como estoy haciendo. Me tomo esa confianza porque no puedo dejar de pensar en lo que ha debido ser para ti todo este tiempo, con tu esposa enferma, ir cada día al pabellón a entrenar, estar cada dos días en un avión recorriendo kilómetros y kilómetros,  plenamente centrado en tu trabajo, dirigiendo un equipo al más alto nivel, sabiendo que tu esposa se iba. Dura decisión. Dejarlo todo para estar con ella, o seguir con normalidad con vuestras vidas.  ¿Hubiera querido ella que lo dejaras todo? ¿Te pidió que no se te ocurriera hacerlo? ¿te lo planteaste?

Es posible que tu esposa formada en el mundo del deporte quisiera verte con el chándal y el traje, en el banquillo, en la banda , donde debías estar, y no con ella. Es posible que quisiera que le dieras la mayor normalidad posible a todo.Marcharse recordándote como te conoció, como siempre te vio. Quiénes somos el resto del mundo para preguntar, sugerir, criticar, por qué así y no de otra manera. Cuesta vida es vuestra, cada uno tiene la suya, es todo lo que tenemos.

Querido Pops, no te conozco, pero desde este rincón de Europa que es España, en el que se habla ese idioma que escuchas frecuentemente en el equipo en la voz de Manu Ginóbili y Pau Gasol, y que seguramente escuchas a menudo en San Antonio Texas, te mandamos un fuerte abrazo y deseamos que Erin se haya marchado con toda la paz posible. Siempre tuyo, un admirador.

RONDO Y PAUL HAN VUELTO.-

Los playoffs de la NBA en esta primera ronda está dejando algunas eliminatorias igualadas, reñidas, como el Oklahoma-Utah, otras muy claras como el Houston 2 Minnesota 0 , y alguna sorpresa, o no, Portland 0 Nueva Orleans 2.

Y esta primera ronda de playoff está confirmando lo que se venía observando en la liga regular, que hay dos bases  que están de vuelta. Rajon Rondo base de Pelicans de Nueva Orleans, y Chris Paul base de Houston Rockets.

Rondo está a un nivel físico fantástico, y en su juego se ve la ilusión de aquel chico de 22 años que hace diez ganaba el anillo con Boston Celtics. De carácter huraño, Rondo vuelve a ser un jugador centrado, su capacidad para asistir ha recuperado su esplendor, de los mejores. Se le tachaba de poco anotador, pero está siendo decisivo también en anotación, con gran dominio del tiempo y el espacio merodeando la pintura y entrando en ella hacia el aro, pero también en tiro exterior.  Rondo está de vuelta, despues´de años de intrascendencia, afronta una fase importante de su carrera.

Otro tanto ocurre con Chris Paul, cuya carrera se marchitaba en los Angeles Clippers, un proyecto que no acabó de alcanzar las cotas esperadas. En Houston parece haber recperado la alegría, confirmando su gran decisión de unirse a James Harden, con el que forma una gran sociedad. Houston aspira a lo máximo, a destronar a los Warriors y luchar por el anillo. Paul marca los tiempos, tiene esa chispa que tuvo años atrás, y ha dejado ese rostro de enfado con el mundo desde que está en Texas.

Una gran noticia para la liga, dos grandes jugadores dando su mejor versión.