El Mundial de la palabra equipo
Las impactantes eliminaciones de Estados Unidos y Serbia lo son menos en el parqué que en el titular. La sorpresa evidente de ver fuera de la lucha por las medallas a las, para muchos, dos selecciones favoritas de este Mundial, no son tanto demérito de los que han caído como mérito de los que les han ganado. Obviamente la eliminación del equipo estadounidense es la noticia de este Campeonato del Mundo, porque son siempre los favoritos y porque hay un afán por desacreditar todo lo que haga el baloncesto estadounidense, por la sencilla razón de que es el baloncesto dominante desde que tenemos memoria.
Al mejor siempre le quieres ganar, al que ha dominado un deporte todos le quieren ganar. Pero si además se necesita sustentar que la NBA no es la mejor liga o incluso que los estadounidenses ya no tienen a los mejores jugadores, la derrota ante Francia se convierte en el argumento perfecto. En realidad, han sido los hijos franceses de la NBA quienes han ganado a la selección estadounidense, formada por jugadores en el escalón inferior, es decir las estrellas que dominarán la liga, pero que aún no están entre los mejores de su país. El hecho de que EEUU acudiera con un equipo D como dijimos, no descarga a los estadounidenses del fracaso que supone caer en cuartos.
Hombre por hombre no era mejor este equipo USA que Francia, y de hecho en alguna posición era mejor Francia, principalmente en la pintura donde el mejor defensor de la NBA de la pasada temporada ,Rudy Gobert, ha sido el auténtico demonio para el equipo de Popovich (15 rebotes). Éste ha preferido evitar el cuerpo a cuerpo con el jugador de los Jazz y ha tenido sentado a Turner para oponer un quinteto pequeño. Francia, un equipo atlético que ha defendido y ha sabido pegarse a los estadounidenses, que ha cortado muy bien líneas de pase, incuida alguna zona, que era superior en la pintura, ha llevado al exterior a EEUU, que han tenido su momento en el tercer cuarto. Para entonces ya se había desencadenado Donovan Mitchell en individual, el mejor de su equipo con 29 puntos, tirando del carro. Sin embargo ha sido un espejismo, Francia ha sido superior físicamente, lo cual ya es noticia ante un equipo estadounidense, y ha percutido dentro.
Además de la juventud de este equipo USA, y aun con el talento de Kemba Walker, Donovan Mitchell, tiradores como Middleton o Harris, no era un equipo tan fuerte defensivamente como suele ser, no se trata tan solo de una cuestión de calidad, porque algunos de estos jugadores seguirán siendo estrellas en el futuro de la NBA; era un equipo nuevo que además adolecía de la dureza defensiva que siempre han tenido los equipos estadounidenses, y en consecuencia tampoco han podido brillar en transición donde son muy buenos. No es tanto que sean malos jugadores como que han sido peor equipo que Francia, así se sencillo a la vez que apasionante. Decíamos aquí que a este equipo USA le faltaba bastante del espíritu Kobe, es decir, siendo jugadores de talento ofensivo, ser capaces de sacar el carácter para apretar en defensa.
Francia en cambio ha mostrado un gran nivel de madurez, han aparecido los grandes anotadores, Fournier y De Colo además del propio Gobert han liderado a los galos. Necesitaba Popovich mucho acierto exterior para superar hoy a una Francia en la que ha sorprendido el base de los Knicks Ntilikina por su increíble nivel, anotando triples en momento cruciales y gran criterio dirigiendo.
Serbia, otra selección llena de talento, se fue a la calle ante un equipo que dio otra exhibición colectiva como equipo, una Argentina desencadenada en defensa y en ataque, un auténtico espectáculo de saber competir. Argentina ha tenido algo que Serbia no mostró en ningún momento, carácter. Además el genio de sus tres bases, especialmente Campazzo y Laprovittola, dos fueras de serie, Argentina ha sido todo corazón ante una fría Serbia en la que tan solo no se puede reprochar nada a Bogdanovic.
Frente al talento individual este Mundial ha puesto en valor el concepto equipo. Aquellos que mejor han defendido, que más carácter han demostrado, que mejor han sabido pasar el balón, que han sabido aplicar la calidad individual al colectivo, han llegado a semifinales. España es otro ejemplo, una selección de la que nos hemos hartado de escuchar y leer que no tiene el talento de los años pasados, porque es una realidad ante el cambio generacional y las ausencias, como si un equipo no pudiera crecer desde el esfuerzo colectivo y también la calidad de otros hombres .En España habíamos menospreciado la calidad y liderazgo de Ricky Rubio y Marc Gasol, y parecía imposible llegar lejos decían con jugadores como los Hernangómez, Claver, Pau Ribas, Oriola teniendo un papel importante. Ahí está España, y ahí está Scariolo. Cuanto menos talento en teoría hay en un equipo más importante es lo que un entrenador es capaz de hacer crecer a un equipo. No hacía falta, pero este Mundial deja muy bien parado al seleccionador español.
España está ya en los Juegos Olímpicos de Tokyo tras la eliminación de Chequia y se juega con Australia un puesto en la final del Mundial. Una selección aussie llena de jugadores NBA, Mills, Dellavedova, Ingles, Baynes y el mejor Bogut que recordamos desde su anillo en los Warriors hace cuatro años. Australia está llena de talento currante, van a ser unas semifinales de gran tensión competitiva, porque el Francia-Argentina también será para verlo.