Lebron-Doncic: ¿Cambio de era?
En ocasiones el nivel de un jugador se ve por lo que no hacen los jugadores que le salen al paso. Con Luka Doncic empieza a ocurrir algo así. Te das cuenta de lo que hace por lo que no hacen sus rivales. Si él tira no son capaces de taponarle salvo en contadas ocasiones, si él cambia de ritmo no le siguen, si hace un paso al lado o hacia atrás su tiro hay muchas opciones de entre sin que lleguen a impedírselo, si finta los rivales no le siguen, si acelera no le siguen, si frena los aleja. Si pone su cuerpo entre el balón y el rival, éste no es capaz de llegar, si un compañero corta él le ve sin que los rivales intuyan que el balón va a llegar allí. Todo lo que hace en ocasiones parece que lo hace sin rivales en la pista aun cuando hay ratos en los que se hace buen trabajo defensivo sobre él.
Sin embargo, nada perdura con Doncic, nada permanece como estaba unos segundos antes porque él es capaz de hacer cambiar las cosas, así que rara vez una gran defensa resiste todo el partido al ex madridista. Lo estamos viendo tenga a quien tenga en frente. Es cierto que por ahora son partidos de liga regular, que el fuego real de la NBA llega con los playoffs, pero los rivales ya empiezan a ver que se enfrentan a algo desconocido, el mayor talento joven en la NBA en muchos años. Hay quien ve ya un cambio de era, el paso de la era Lebron a la era Doncic, ¿es así?
El dominio aplastante de Lebron James durante toda una era de la NBA tiene poco que ver con la forma en la que el casi imberbe esloveno derriba contrarios. Ambos dominaron precozmente la mejor liga del mundo. El primero haciéndose a sí mismo desde la pista de baloncesto como un ser incontenible nacido para jugar al baloncesto o cualquier otro deporte. Soportando la presión de joven elegido por los demás para ser el nuevo icono de la industria del baloncesto. Doncic parece haber llegado a la NBA para ganar también pero sobre todo para divertirse.
Uno, Lebron, irrumpió como una gran fuerza la naturaleza dotado para el baloncesto que ha ido añadiendo capacidades baloncestísticas cada año que ha ido pasando, siendo cada vez mejor. El otro, Luka, domina precozmente dotado por Dios con los fundamentos técnicos y tácticos en las piernas y en la cabeza para jugar a este deporte, a lo que debe añadirse una gran madurez competitiva a pesar de su edad, madurez temprana producto de la sabiduría que lleva de serie, pero también cincelada por el fuego real a temprana edad; nada de jugar con los de su edad, Doncic ha estado desde joven en el campo de batalla donde se pegan tiros de verdad y caen bombas, es decir forjándose junto a los mayores del Real Madrid en todas las competiciones, porque su nivel era para jugar con los mayores y ante defensas tupidas (no mejores que en la NBA necesariamente como se acostumbra a decir sino con menos espacios en la zona para maniobrar).
Hay quien ha querido ver en el duelo de la noche del domingo la imagen del relevo, el cambio de era, de Lebron James a Luka Doncic, sostenido en la victoria clara de los Mavericks tras una gran segunda mitad. Habían sido superiores los Lakers en la primera parte. La imagen del triple desde ocho metros con paso en diagonal hacia atrás de Doncic ante James es la imagen icónica a la que se agarran quienes ya ven ese relevo, y sabido es que las leyendas del deporte se construyen sobre imágenes y momentos. Imágenes en movimiento o imágenes congeladas, pero las instantáneas de momentos que han marcado la evolución del juego y la explosión de talentos, viene asociada a la memoria de todo aficionado al deporte.
Doncic acabó dominando el partido y guiando a los Dallas Mavericks hacia el triunfo en el Staples Center de Los Ángeles tras una segunda parte prodigiosa, y terminando de esta forma con la inmaculada trayectoria Laker de diez victorias consecutivas. Los Lakers siguen como mejor equipo con tres derrotas igual de Milwaukee Bucks. Doncic protagonizó el duelo viniendo de un primer tiempo muy discreto de tan solo seis puntos en el que los Lakers impusieron su juego de transición rápida y la conexión Lebron-Davis siendo dominante. Pero algo sucedió en el tercer cuarto. Los Lakers fueron incapaces de anotar con fluidez y se quedaron estancados con tan solo 17 puntos anotados en el tercer cuarto. Hubo un amago de reacción protagonizado por Caruso pero Doncic volvió a destrozar a los púrpura y oro. Tiene Doncic la habilidad de ser mejor a cada segundo que pasa de partido.
Dallas empezó a zonear para tapar los espacios interiores y que Davis tuviera que maniobrar alejado del aro, dejando aislado a Lebron que no encontró conexiones, y con el entrenador Vogel buscando soluciones con diferentes quintetos sin dar con la tecla ante el bloqueo al que le sometían los Mavericks, quienes por otro lado en ataque encontraron una gran fluidez con Doncic siempre dividiendo las defensas, una gran circulación de balón y el acierto exterior de los Mavs que encontraron muchos tiros liberados. Los Lakers dieron la impresión de rendirse pronto ante lo que tenían en frente, en especial Lebron que aunque sigue tirándose al suelo como si tuviera 20 años y queriendo ganar todo, observó más que jugó. James y sus Lakers vieron cómo un talento como Doncic les puede dañar, y sobre todo aprendieron una lección para lo que les viene, que no es otra cosa que intentar ganar el anillo. El mal día de Danny Green en el triple les dejó sobre aviso. Cuidado con la falta de especialistas en el tiro, los Lakers pueden tener serios problemas si su gran tirador Danny Green no está o tiene el punto de mira desviado.
El cambio de era llegará por ley natural porque todo tiene principio y final, y Lebron James cumple este mes 35 años, pero no sabemos cuándo llegará ese relevo. Para muchos está en ciernes, para otros aún falta. Por lo pronto Doncic está junto al propio Lebron, Antetokounmpo o Harden en la discusión del MVP de la temporada, y eso es mucho decir para un jugador de 20 años y de segundo año en la NBA. En el deporte queremos proclamar reyes y derribar mitos a toda velocidad, pero no siempre el deporte va al ritmo de las predicciones. No obstante, si algo le debe la NBA a Doncic son dos cosas: tiene ante sí un nuevo diamante para seguir presumiendo de mejor liga del mundo, y segundo consigue más cuota de protagonismo en Europa, en especial en España, donde al margen de la legión de seguidores de la NBA de todos estos años, la figura del esloveno despierta pasiones entre quienes no se contaban como seguidores de la NBA, y eso es algo impagable para la mejor liga del mundo.
foto: AP