Coco-El pilar de la familia
Sí, lo reconozco. Soy fan de la compañía Pixar, comprada por Disney, porque John Lasseter ha creado un universo que combina lo mejor de la animación en 3D con buenas historias, bebiendo de las fuentes del cine clásico, orientado a todos los públicos.
El citado productor quiere que directores y escritores trabajen el guión en profundidad para tocar la fibra sensible del espectador. Prueba de ello son sus maravillosas películas como Up, Wall-e, Toy story 3, Buscando a Dory o Del revés, que está sirviendo, esta última, en muchos colegios para trabajar las emociones en niños de educación infantil de 3 a 6 años con notable éxito. En este caso, se estrena Coco, que analiza el tema de la familia y el de la necesidad de los hijos de conocer sus raíces cuando la paternidad brilla por su ausencia. Para ello, el creador del universo Pixar, John Lasseter, ha contado con uno de sus pilares, el cineasta Lee Unkrich, director de Buscando a Nemo y de Toy story 3, por la que ganó un globo de oro y un Óscar, llegando a ser la segunda cinta de animación más taquillera de la historia. Como dato curioso, en este caso, cuenta con el apoyo de la dirección de Adrian Molina.
Según cuenta el director Lee Unkrich, es la historia de un niño 12 años que sueña con ser cantante, pero al que su familia se lo tiene terminantemente prohibido por una serie de desgracias del pasado. La familia que aparece en la historia podía vivir al lado de la casa de cualquiera. La encantadora y mandona abuela que insiste en llenarle otra vez el plato podría ser tu abuela. A todos nos resulta familiar esta historia. El codirector Adrian Molina añade lo siguiente: “Todos formamos parte de una familia. Son relaciones maravillosas a la vez que complicadas. Pero nuestra familia determina quienes somos, lo que hizo que nos preguntáramos: Sí tuvieras la oportunidad de conocer a tus antepasados, ¿qué reconocerías en ellos que ves en ti mismo?”
La película presenta un arranque espectacular con el que el director se gana al público. Luego, el ritmo decae, potenciando el drama para introducirnos en el alma de los personajes para concluir en emocionante final, de esos que nos olvidan en años, ya que estos cineastas manejan los hilos con acierto y saben a tocar las teclas adecuadas que le permitan dar en el centro en la diana del corazón.
Por cierto, los cantantes sacan el máximo producto a las letras. Las canciones de la película, sin tratarse de un musical en toda regla, encajan las unos con las otras y hacen el resto.
Finalmente, los autores se han documentado para conocer las fiestas y las tradiciones de México. Estos realizadores han captado a la perfección la idea de que todos necesitamos que nos recuerden cuando hayamos muerto, a la vez que debemos mantener nuestros recuerdos vivos de nuestros seres queridos, por lo que, de algún modo, este largometraje está abierto a la trascendencia.
Excelente artículo!
Nia
Gracias