Dietas milagro, la gran mentira
¡¡Buenos días y feliz año!!
Se acabaron las fiestas, empieza enero, y nos volvemos a proponer cambiar de vida de la noche a la mañana, como quien intenta subir el Éverest sin aclimatarse y sin haberse preparado. Por supuesto, el resultado es que no vamos más allá del campamento base. Y otra vez, nos volvemos a frustrar.
Estoy convencida de que todos los que habéis empezado una dieta o un plan orientado a adelgazar, os sentisteis tentados por utilizar una de las tantísimas dietas milagro que existen. Circulan por muchos libros y sobre todo por la red. Pero todo lo que prometa resultados rápidos y poco esfuerzo os aseguro que no tiene efectos saludables en nuestro cuerpo. Si os fijáis, no hemos conseguido esa tripita de un día para otro, ni siquiera de una semana para otra. Lo mismo ocurre cuando queremos deshacernos de ella, requiere tiempo y esfuerzo y que nuestro cuerpo se habitúe al nuevo estilo de vida. El cuerpo es inteligente y no entiende de dietas, si le tenemos acostumbrado a una ingesta alta en azúcares, carbohidratos simples y grasas, y de repente, por ejemplo, le quitamos de golpe las grasas, lo sentirá como una amenaza y tenderá a almacenar las que le quedan, así de simple. Si vamos poco a poco y las siguientes grasas que le damos las sustituimos por grasas saludables, que son las que nuestro organismo necesita (ácidos grasos monoinsaturados o poliinsaturados) entonces llegaremos a nuestro objetivo deseado.
Con constancia y con objetivos fáciles, a corto plazo, el objetivo final puede y debe ser ambicioso, pero no imposible.
- Debes saber que este tipo de dietas “milagro” se basan principalmente en la reducción de la cantidad de calorías. La falta de energía provocada por una dieta extremadamente hipocalórica es compensada por el organismo con la destrucción de proteínas, lo que genera una importante pérdida de masa muscular y la posible aparición de cuerpos cetónicos, que constituyen un gran peligro para el organismo.
- Este tipo de dietas son carentes de vitaminas y minerales, generando estados carenciales, lo que provoca alteraciones en el organismo tan perjudiciales como los trastornos metabólicos y los daños cardiovasculares, hepáticos o renales.
- En el plano psicológico pueden provocar ansiedad, insomnio e irritabilidad, además de trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia.
- Son dietas que carecen de evidencia científica y promueven una alimentación desequilibrada, entre las que destacan la “Dukan”, la Cetogénica, la Disociada o la de la piña.
La mayoría de las personas lo primero que hacen cuando quieren adelgazar, es eliminar por completo los carbohidratos de la dieta. Un gran error pues las dietas que promueven disminuir el consumo de cereales, pasta, arroz, legumbres o pan y aumentar el de proteínas, pueden originar el llamado estado de cetosis. Es un trastorno metabólico que aparece cuando se han acabado las reservas energéticas en forma de hidratos de carbono, por lo que el organismo necesita utilizar las grasas para obtener energía.
Esto conlleva efectos secundarios como mareos, náuseas o deshidratación, si se prolonga mucho en el tiempo.
Por otro lado, un aporte de proteínas mayor del necesario, puede generar problemas como el aumento de la presión arterial, daño renal por sobrecarga proteica o acumulación de ácido úrico en exceso.
El secreto para el éxito está en ir paso a paso. Se encuentra en los detalles. Es la suma de las pequeñas transformaciones cotidianas la que nos conduce a un cambio definitivo de hábitos. Al peso y la forma física que sabemos que nos harán feliz.
¡¡Un besito y feliz comienzo de año!!
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No parece adecuado que una niña que no es endocrino, se dedique a pontificar sobre estos asuntos…..
No parece adecuado que una niña que no es endocrino, se dedique a pontificar sobre estos asuntos…..