Dragon Ball FighterZ, ¿el juego definitivo de la saga?
No te voy a engañar, soy fan de Dragon Ball -aunque sigo llamándole Bola de Drac– desde no sé cuando… Bueno sí, desde que me tiraba cada tarde de mi vida delante de la tele viendo TV3 al volver del cole. Por aquel entonces no tenía ni 9 años (impensable hoy en día dejar ver una serie así a un niño tan pequeño, por cierto) y, desde entonces, vi cada uno de sus capítulos, leí cada uno de los ejemplares de la serie blanca y roja del manga -que en aquellos años se publicaba semanalmente-, coleccioné álbumes de cromos y compartía fotocopias con mis amigos de clase.
¿Y ahora? Pues más o menos sigo igual, pero con una situación adaptada a un tipo de 36 años. Con el regreso de las aventuras de Goku en 2015 en forma de una nueva serie, Dragon Ball Super, me ha vuelto a dar por ahí… He vuelto a comprar todos los tomos del manga (que casi 26 años después se publican en color), tengo todas las pelis en Blu-ray Disc y, sí, también sigo los nuevos capítulos por la noche en un canal infantil en el que mi hija ve sus dibus a unas horas más decentes. Es mi round 2 con Dragon Ball. El mío y cada vez el de más gente.
Con todo este rollo que te acabo de clavar te quiero decir que los fans de Dragon Ball hemos estado siempre ahí. Jugando a todos y cada uno de los juegos que se han ido publicando incansablemente y con más o menos acierto casi, casi cada año. Lo mismo de siempre, una y otra vez. Hasta que llegaron los más recientes Xenoverse y Xenoverse 2, que ya incluían algunas novedades en el planteamiento y auguraban un futuro prometedor en la franquicia. ¿Y sabes qué? No me esperaba un juego en 2D. ¡Pero me ha encantado!
Sí, no hay problema en decirlo: Me ha encantado. Lo dice todo el mundo. ¡Nos ha encantado! Parece que no puedo ser objetivo teniendo en cuenta mi tremenda adicción por todo el universo Dragon Ball, ¡pero desde luego que lo soy! Soy el primero en reconocer defectos en un episodio de la serie o un mal videojuego en la saga, pero este no es el caso. Desde que se publicaron las primeras imágenes de Dragon Ball FighterZ todos nos quedamos con la boca abierta. ¡Qué animación! ¡Qué colorido! ¡Qué movimientos! Era como ver un buen capítulo de Dragon Ball Super con el mismo ritmo frenético de la batalla más épica que puedas imaginar.
Dragon Ball FighterZ ha enamorado a todos por su espectacular estilo de lucha en dos dimensiones y por equipos. ¿Sus puntos fuertes? Su jugabilidad y su espectáculo visual. ¿Sus defectos? Un modo historia que no pasará a la historia por ser uno de los más brillantes, pero que tiene objetivo que te acostumbres a los controles del juego, lo petes un montón demostrando que eres mejor que todos los rivales que se enfrentarán a ti y desbloquees a la nueva villana, un nuevo personaje llamado Androide 21. Ah, sí, y mal también ese modo on line que nos ha dado algún que otro problemilla a la hora de querer combatir con algún amigo o desconocido, aunque parece que la cosa va mejorando.
A pesar de los tres arcos argumentales que nos presenta la historia, vamos a poder disfrutar de los mejores momentos de la serie con unas recreaciones sublimes en las que tendremos que ir adaptándonos a la inteligencia artificial del juego, que no deja de aprender de nuestros movimientos, lo que nos obliga a ser lo menos predecibles posibles y a estar echándole imaginación constantemente para que nuestra curva de aprendizaje vaya creciendo exponencial. Un esfuerzo contínuo que al final se recompensa a modo de satisfacción personal.
Es un gran juego de lucha en el que tal vez he echado de menos -por poner alguna pega- que estén disponibles los personajes de la saga origen (la gran olvidada en casi todo lo que se publica desde hace años) y algún que otro mítico ataque especial. Aún así, sigue siendo uno de sus mejores juegos de lucha en la actualidad, que ha cosechado grandes críticas y que representa un tremendo homenaje al universo creado por Akira Toriyama. Sí, me atrevo a afirmar que es el juego definitivo de la saga.
Dragon Ball FighterZ se publicó el 26 de enero en PS4, Xbox One y PC por Namco Bandai Entertainment
