Uno de los mejores juegos de la pasada generación da el salto a las 4K en esta remasterización que mejora algunos aspectos de la primera entrega de la saga.
Ya han pasado casi siete años desde que pudimos jugarlo por primera vez. Dark souls atravesó nuestras retinas allá por octubre de 2011, primero en PS3 y Xbox 360 y más tarde en PC. Por méritos propios se convirtió en uno de los videojuegos mejor valorados de la pasada generación. Y no lo digo solo yo, también muchísimos otros jugadores que se enorgullecen de ver cómo una de sus aventuras favoritas vuelve para hacernos revivir algunas de las mejores ambientaciones y luchar con los jefes finales más tremendos a los que jamás nos hayamos enfrentado.
Los jugadores de PS4, Xbox One y PC volvemos a recibir esta primera entrega -ahora vitaminada- y no podemos estar más contentos. Primero porque nos gusta y porque no nos importa volver a jugar con él. Y segundo porque pensamos en toda esa generación de jugadores rezagados que se quedaron sin su oportunidad de probar a morir una y otra vez con Solaire de Astora.
Prepárate para morir
Iniciarse en el arte de Dark souls implica ser paciente. La saga de From software se caracteriza por su dificultad y tendremos que entender que necesitaremos unas cuantas horas de ensayo para familiarizarnos con su dinámica y entorno hasta hacernos a la idea de a qué nos estamos enfrentando.
Lo de tropezar con la misma piedra aquí casi se convierte en una obligación. No podremos ver hacia dónde vamos por la ausencia de mapas, los enemigos aparecen a su antojo y nos eliminan con muy poco esfuerzo, a nuestro personaje le costará evolucionar debido a los lentísimo sistema de progresión, otros jugadores pueden invadirnos… Desesperante. Por eso, sin duda, es el más exigente de los Dark souls -y también el más lento-, pero le queremos tal y como es.
Es una de las más enriquecedoras experiencias a las que puedas enfrentarte, de esas que te harán vivir algunos de los momentos más épicos en tu carrera como gamer, con una capacidad de fortalecer nuestra paciencia hasta un límite que ni nosotros mismos somos capaces de comprender. «Has muerto» es el mensaje que más vas a leer, no solo en esta primera entrega, sino en toda la saga. Pero empecemos por el principio, que -a mi parecer- siempre ha sido el mejor de los tres.
Fluido como debería haber sido en 2011
Lo primero que vas a notar cuando juegues con él -si lo comparas con su versión original- es la fluidez con la que se mueve el juego. En PS3 y Xbox 360 lo notabas un tanto tosco en ciertos momentos de la aventura y que obviamos por lo espectacular que nos pareció entonces. Pero aquí no, aquí todo va como tiene que ir desde el principio hasta el final.
En PS4 Pro y en Xbox One X (y por supuesto en un PC con una buena configuración) se alcanzan los 60 fps (frames por segundo) en una resolución 4K, alcanzando una definición impecable y puliendo las texturas originales, que ahora lucen mucho mejor. La iluminación también es una de las características que ha ganado en esta nueva versión, que si ya de por sí nos ofrecía unos paisajes de ensueño y que ahora los perfecciona.
Se han realizado pequeñas mejoras que solo notarán los más expertos jugadores, pero que en su conjunto consiguen mejorar la experiencia, ya que también incluye Artorias of the abyss, el contenido descargable que llegó poco después de su lanzamiento, que ya se incluyó también el la edición Prepare to die que recibimos en 2012 y que sirvió como relanzamiento de su versión de PC.
El de siempre, pero aún mejor
Como suele ocurrir en este tipo de casos, la remasterización de una primera entrega siempre es una ocasión perfecta para iniciarse en una saga. Por lo que aquellos jugadores que a estas alturas no hubiesen tenido la oportunidad de conocer los mundos de Solaire de Astora, ahora pueden disfrutar de una auténtica referencia en los videojuegos por primera vez. Un imprescindible, sin duda.
Si ya jugaste con Dark souls… qué te voy a contar. Te vas a encontrar con el juegazo de siempre, que ha alcanzado su nivel de excelencia gracias a la fluidez de la que goza ahora (y la que debería haber tenido en su día, todo hay que decirlo), además de la mejora en texturas y en la iluminación general del juego. La dificultad y la desesperación de siempre y ese modo on line, que ahora está disfrutando de una segunda vida, consiguen redondear la propuesta.
Por cierto, aún falta por llegar la versión para Nintendo Switch, que estaba confirmada junto a las demás, pero que ha sufrido un ligero retraso y aterrizará en algún momento de este verano junto al Amiibo de Solaire de Astora. ¡Estoy impaciente por probar Dark souls en modo portátil!
Bandai Namco Entertainment publicó Dark souls: Remastered en PS4, Xbox One y PC el 25 de mayo. Está clasificado como PEGI 18 en el sistema europeo de contenidos para videojuegos.