Blue
Era azul con unas plumas blancas, como esas nubes que cubren apenas el cielo en el espacio infinito, era pequeño más pequeño que la hembra y de vez en cuando se ponía en los barrotes de la jaula, a su lado para que le acariciara….
Era una pareja enamorada, se ponían muy cerca uno del otro para acariciarse con el pico en la cabeza, luego se daban besos largos y se quedaban juntitos sin moverse….
Así varios años formando una parte de nuestra familia, cuando nos levantábamos por la mañana ya les oíamos cantar y corretear por la jaula sacudiendo sus alas con fuerza.
Hace unos días Blue empezó a moverse lentamente, piaba con tono melancólico como si quisiera decirnos algo, empezó a comer poco caminando por el suelo de la jaula: “eso es porque está viejecito” comentó mi hija.
El día del Pilar era fiesta y nos levantamos más tarde. La hembra piaba sin parar mirando a su compañero que en un rincón de la jaula levantaba la
cabecita sin apenas moverse, Picotona como se llama la hembra, bajó y le acaricio con dulzura su cuerpecito invitándole a moverse, Blue la miraba con ternura moviendo un poquito la cabeza. La hembra no se movió de su lado, el pajarito se estaba muriendo, en medio de su agonía dio el último trino quedándose inmóvil. Había muerto los ojitos cerrados para siempre….
Su compañera le contemplaba en silencio mientras le acariciaba. Le sacamos de la jaula, y lo envolvimos en unos trapitos blancos, lo metimos en una caja y le dije a mi hija entiérralo en el campo….
Desde entonces Picotona aletea triste y desconcertada, se ha quedado sola sin su compañero del alma, y nosotros mi hija, mi nieta y yo, tristes, muy tristes llorando por dentro….