El Papa Francisco: cuando las piedras lloran

El Papa Francisco Bergoglio es fiel discípulo de San Francisco de Asís. Como él, recorre los caminos del mundo poniendo voz a los más pobres de la tierra.

En la Asamblea de Naciones Unidas habló alto y claro de las políticas devastadoras de los países ricos responsables del cambio climático.

Dios creó la tierra para que el hombre hecho a mi imagen y semejanza cuidara de sus criaturas, dejando en sus manos la vida de hombres animales y cosas. Hoy muchas especies están en peligro de extinción por la tala desmedida de bosques enteros, los ríos corren contaminados, y en las aguas de los mares se acumulan toneladas de basura que está acabando con la vida submarina: ¿por qué han aparecido cientos de ballenas varadas en una playa?….

Las emisiones de gases contaminantes no cesan y en los océanos Ártico y Antártico grandes masas de hielo flotan a la deriva derritiéndose lentamente….

El Papa Francisco camina con los más pobres del mundo repartiendo abrazos calientes a niños y ancianos, no deja de decir que hay que abrir de par en par las puertas a los emigrantes que se lanzan al agua buscando una oportunidad de trabajo y alimento para sus hijos.

Es Navidad. Una Navidad diferente en medio de una PANDEMIA GLOBAL, que avanza sin freno devorando todo lo que encuentra a su paso.

El problema de esta Navidad no es si vamos a juntarnos seis o diez personas en la mesa, el verdadero problema son las colas del hambre, los jóvenes y las familias sin trabajo, los países en donde niños y mayores se arrastran sobre las basuras que los países ricos arrojan al tercer mundo.

El problema de esta Navidad es la falta de amor, pero hay un lugar en donde una Familia se calienta del frío entre una mula y un buey, son felices porque les ha nacido un Niño al que ponen por nombre Jesús, qué ha venido a salvarnos entregándonos su propia vida.

Dios padre nos lo envía y toda la tierra se abre de nuevo gozosa con un cántico de esperanza.