La verdadera libertad de enseñanza
El padre Antonio Oliver Montserrat, teatino ya fallecido, viajaba todas las semanas a Madrid desde Mallorca para dar clases a la reina de Humanidades.
Era un hombre sabio, dominaba diez lenguas muertas, además del francés, inglés y alemán.
Cuando se estaba tramitando la LODE Ley socialista de la ordenación del sistema educativo, escribió una reflexiones dirigidas a los padres:
“Hoy queda claro -decía-, que se proclaman libertades que son verdaderas esclavitudes y que hay libertades que se proclaman desde la esclavitud. Tal es el ejemplo fulgurante de la LODE.
Por otra parte, ni lo que se ofrece ni en lo que en la ley se rechaza, es una garantía fundamental de libertad en la escuela y en la enseñanza.
Habría que lograr, y hace falta un plazo largo, una enseñanza que hiciera definitivamente imposible la promulgación de unas leyes de enseñanza que, proviniendo de tantas esclavitudes, imponga o posibilite tantas esclavitudes en nombre de la libertad.
Y es que, además y por encima de las implicaciones sociales, políticas y económicas tan ventiladas y conocidas, existen otras cuestiones más fundamentales sobre las que es preciso tener ideas claras:
- ¿Nuestra sociedad es capaz de impartir una educación en la libertad y para la libertad?.
¿Es consciente la sociedad de la crisis que atraviesa?.
¿Quiere salir de verdad de ella?.
¿Y desea de verdad encontrar soluciones?.
¿Sabe la sociedad que está al término de una cultura y que se impone con urgencia una formulación de escuela de valores?.
¿Es suficientemente libre para formar la libertad en sus enseñanzas…?.
- La familia: ¿ha sido responsabilizada en su papel de educadora?
¿no asistimos a una global abdicación de los derechos y deberes de la familia en otras manos?.
¿No están los padres impartiendo, los que la imparten, una educación improvisada, no programada calculada en su propia educación?.
¿Saben los padres que el mundo de sus hijos no será ya el suyo, y que, por tanto, hay que agenciarse con urgencia un programa educativo?.
¿Y saben los padres que la sola falta de ese programa hará a sus hijos unos inadaptados sometidos en cualquier embate, esclavos, en fin?.
¿Saben que en otros términos se trata de ofrecer una visión y una interpretación del mundo, en el sentido de que todo tiene sentido y que ese sentido es positivo, y que todo ello, en las culturas de la tierra se llama religión?.
¿Y saben los padres que la religión que libera, no la falsa que encadena, antes que enseñarse, se vive y se contagia?…. “