'Cárdeno adorno' es un ejercicio de contención - Libros a pie de calle

‘Cárdeno adorno’ es un ejercicio de contención

Toda una revelación ‘Cárdeno Adorno’, editado por Periférica hace menos de un año. Una historia basada en hechos reales que te sumerge en la realidad de la mujer en países donde la cultura apenas les otorga derechos. Katharina Winkler da vida a Filiz, una niña turca, utilizando una forma de escribir que te remueve las entrañas.

Filiz tiene seis o siete años, cumple los once y decide escapar de su casa para dejar atrás una familia en la que las decisiones las toma solo una persona, su padre. Una huida motivada por las ganas de entregarse a los brazos de otro hombre, Yunus, y una promesa, vestir pantalones vaqueros en Europa. Un hombre de tantos en la sociedad de un país que ha silenciado a la mujer. Pero ella no lo sabe.

En ‘Cárdeno Adorno‘ mientras Filiz crece, lo haces con ella. Lo hace también la escritura de Winkler, que va de menos a más, como si su experiencia se transmitiera a través del lenguaje. Desde la inocencia cuando no es más que una niña, la incredulidad al descubrir el papel que ocupa la mujer en su cultura, hasta la aceptación de un calvario porque (cree que) debe hacer feliz a su marido. Y ese calvario se convierte en desprecio, golpes, violaciones, soledad, silencio y más golpes.


“Hay mujeres cuyo cárdeno adorno nadie conoce, mujeres que lo esconden bajo largas vestimentas, bajo el paño; por lo generall son muchachas cárdenas, como Elif y Selin, que todavía llevan su cárdeno inseguras, como un primer pintalabios. El cárdeno adorno de las mujeres lleva la caligrafía de los hombres. La herramienta, madera o hierro, y la cantidad de los golpes determina el matiz del cárdeno (…) Cuando sea mayor, seré una mujer cárdena. Confío en un matiz cárdeno claro como el cielo invernal”


Filiz tenía sueños y metas que irán desapareciendo a medida que afloran los moratones, de un matiz que no es como esperaba. Dejará de disfrutar hasta las facciones de su propio rostro en el espejo. Todo lo que ve lo imagina a cada paso, mirando al suelo. El objetivo es evitar un nuevo golpe. Cada puñetazo que recibe, nos duele al resto. Pero nadie dice nada, todos callan, asumen. Escenas que, desgraciadamente, se repiten a diario y a veces pared con pared.

¿Cómo puede Filiz cambiar algo que para ella es normal? ‘Cárdeno Adorno’ es un ejercicio de contención. Nosotros lo sabemos pero ella no. Queremos que lo descubra, que vea la luz, que cruce la puerta, que salga, que lo abandone. Pero Filiz debe hacer feliz a Yunus y dejarlo atrás sería faltar al honor. Sería dejarlo indefenso, sin nadie que le haga la comida y la cena, que lo lave, que lo vista, que sacie sus impulsos sexuales y sin nadie que sirva de objeto para descargar las sensaciones de un mal día.


“Yunus gira la llave de contacto, ¡soltar despacio el embrague!
Suelto despacio el embrague.
¡Dale gas!
Le doy gas. El motor ruge, se cala, el puño de Yunus me cruza la cara.
Yunus gira la llave de contacto, ¡soltar despacio el embrague!
Suelto despacio el embrague.
¡Dale gas!
Le doy gas. El motor ruge, se cala, el puño de Yunus me cruza la cara.
Yunus gira la llave de contacto, ¡soltar despacio el embrague!
Suelto despacio el embrague.
¡Dale gas!
Le doy gas. El motor ruge, vuelve a calarse, el puño de Yunus me cruza la cara.
Por fin el coche se pone en marcha.
¡Gas! ¡Gas! ¡Gas!
Le doy gas, acelero, derecho al Danubio.
¡Gas! ¡Gas! ¡Gas!
Pego un volantazo, el puño de Yunus me cruza la cara.
¡No muevas el volante sin que te lo ordene!
El motor se cala, Yunus se ríe de mí, tengo la boca llena de sangre”


Mientas leo un libro voy marcando las páginas y subrayo las frases o párrafos que me llaman la atención para después incluir extractos en mis entradas. Esta vez ha sido complicado decantarse por uno, o acortarlo. No tenía sentido, por ejemplo, recortar este que he destacado y que relata el momento en que la protagonista está aprendiendo a conducir, porque la repetición es lo que le otorga el sentido y nos traslada al interior de ese coche.

Así es como en ‘Cárdeno Adorno’ Katharina Winkler construye un relato bellísimo sobre la dominación del hombre y la violencia hacia la mujer. Suena extraño hablar de belleza cuando tenemos delante una serie de desgracias, pero así es. Cuidadas metáforas que, a veces, tenemos que leer dos o tres veces. Este libro es un suspiro, en todos los sentidos. No es una pérdida de tiempo. Cuando un libro enfada tanto como este despierta sentimientos que se convierten en el impulso que te lleva a devorarlo.



 

Autor: Katharina Winkler

Editorial: Periférica

Fecha de Edición: Octubre 2018

Número de páginas: 253

Precio: 18€
 

¡A leer!

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