Thank you for all, Andy
Su cadera le ha obligado a marcharse. Andy Murray (Glasgow, Escocia, 15 de mayo de 1987) se retira demasiado pronto. Su lucha y su sufrimiento contra los dolores llega al final. Cuando llegue su último partido oficial, solo tendrá treinta y dos años. Se retirará en Wimbledon, en casa, donde ha ganado en dos ocasiones. Aunque no es seguro que pueda llegar hasta allí. Además de esos dos títulos de Grand Slam, conseguidos en 2013 y 2016, ha sido capaz de ganar el US Open en 2012. Finalista de Roland Garros en 2016 y cinco veces del Abierto de Australia, donde ha anunciado el desenlace de su carrera como tenista. Alcanzó la ronda definitiva en 2010,2011, 2013, 2015 y 2016.
Todo ello en la misma época en la que han dominado el tenis, Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic. Nunca sabremos qué hubiera conseguido el británico de no haber coincido con esos tres enormes deportistas. Los cuatro, han formado la mejor generación de tenistas de todos los tiempos. Aunque los logros de Murray no alcancen al resto, su juego y ambición han estado a la par. De eso no hay ninguna duda.
El único bicampeón olímpico individual
Andy Murray se va como el único tenista capaz de ganar dos oros olímpicos individuales. Lo consiguió consecutivamente, en Londres 2012 y Río 2016. En la capital inglesa ganó al rey de la hierba, Roger Federer. En Río, venció al argentino Juan Martín Del Potro, que había derrotado en semifinales a Rafa Nadal. Cuando veamos un partido de tenis olímpico, siempre nos acordaremos de Murray. El escocés también ha sido subcampeón olímpico en dobles mixto junto a Laura Robson. Perdieron en la final de Londres 2012 contra los bielorrusos Azarenka y Mirny.
Murray ha logrado catorce Masters 1000. Es el quinto jugador que más ha ganado estos torneos. Solo los “tres magníficos” y Andre Agassi le han superado. Además ha llegado a la final en siete ocasiones y en doce a las semifinales. A la altura de los más grandes. Capaz de darle a Gran Bretaña una Copa Davis en 2015, tras casi ochenta años esperando. Su primer Wimbledon llegó setenta y siete años después de la victoria de otro británico.
Podríamos decir que 2016 fue el mejor año de su carrera deportiva. Campeón en Wimbledon, oro olímpico y finalista en Roland Garros y en Australia y colofón final como Maestro ganando a Djokovic. Un año por el que mereció el primer puesto del ránking. Llegó el 7 de noviembre de aquella mágica temporada. Ha sido número mundial durante cuarenta y una semanas.
El mundo del tenis se entristece con su marcha. Murray deja muchos recuerdos tenísticos y también personales. Ha defendido los derechos de la mujeres y ha demostrado su caballerosidad dentro y fuera de las pistas. Ha luchado por la igualdad de premios entre hombres y mujeres, destacando la importancia de estas últimas en su vida.
Un ejemplo dentro y fuera de las pistas
“Comencé a jugar tenis por mi madre, he tenido una relación muy cercana con mis abuelas y siempre he estado rodeado de mujeres. Encuentro más fácil hablar con ellas, me resulta más fácil abrirme ante ellas” ha declarado el tenista británico.”¿Me he convertido en feminista? Bueno, si ser feminista es sobre la lucha para que las mujeres sean tratadas como los hombres entonces sí, supongo que lo soy”. Murray se casó en 2015 con Kim Sears y tienen una hija llamada Sophia. Todo un ejemplo de lo que deber ser un deportista de alto nivel. Gracias por todo, Andy. Thank you for all.