Imágenes míticas de la historia del deporte: la plata olímpica de Javier Gómez Noya
Posiblemente sea una de las mejores fotos de la historia olímpica. Los protagonistas son un español y un inglés. Ambos acaban de llegar a la meta en la prueba de triatlón de los Juegos Olímpicos de Londres. Es 7 de agosto de 2012. En la imagen quedan patentes los valores del deporte. El segundo y medalla de plata felicita al primero y medalla de oro. Eso es el espíritu olímpico. Tras haber hecho un esfuerzo espectacular, nadando, en bici y corriendo, Javier Gómez Noya no duda un instante y da la mano al vencedor Alistair Brownlee. Para enmarcar y para guardar en nuestra memoria mientras estemos en este mundo.
Hijo de emigrantes gallegos, vino al mundo en Basilea (Suiza) allá por 1983. El día 25 de marzo de aquel año nacía el mejor triatleta español de la historia. A los tres meses de edad, su familia volvió a tierras gallegas. Javier Gómez Noya puede presumir de ser uno de los mejores deportistas que ha tenido nuestro país. Cinco veces campeón del mundo, dos veces campeón mundial de Ironman, cuatro veces campeón de Europa y subcampeón olímpico en Londres 2012 entre otras muchas medallas.
Del diploma de Pekín a la plata de Londres
Gómez Noya había sido cuarto en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Problemas estomacales impidieron que se subiera al podio. Se quedó muy cerca, a ocho segundos. A quince de la plata y a veinte del oro. Por eso llegaba a Londres con más experiencia y como uno de los favoritos a colgarse metal.
Del sector de la natación, salió en segundo lugar a solo cuatro segundos del eslovaco Richard Varga. El triatleta gallego invirtió 17 minutos en nadar kilómetro y medio. En la prueba de ciclismo se mantuvo siempre en el grupo de cabeza tras cuarenta y tres kilómetros, tardó 59 minutos y 16 segundos. Empezó el sector de carrera a pie en undécimo lugar, a solo ocho segundos del británico Alistair Brownlee.
Hyde Park vio una lucha por las medallas magnífica
Las cuatro vueltas al mítico Hyde Park londinense sumaban diez kilómetros y decidieron las medallas. Tras la primera vuelta al bello circuito, los hermanos Brownlee, Alistair y Jonathan y Javier Gómez Noya se mantuvieron igualados. Acumulaban 1 hora, 24 minutos y 18 segundos de gran esfuerzo. Tras la segunda vuelta todo siguió igual.
En la tercera vuelta, Jonathan Brownlee tuvo que cumplir una penalización de quince segundos. El oro olímpico solo podía ser para su hermano o para el triatleta español. Alistair lanzó un gran ataque. Gómez Noya lo intentó, pero no le alcanzó. Finalmente, oro para el británico con 1 hora 46 minutos y 25 segundos, plata para el español a once segundos y bronce para Jonathan Brownlee a veinte segundos de la medalla de plata. De no haber tenido que cumplir penalización, el español también hubiera sido subcampeón olímpico.
Fue una prueba fantástica que acabó con una foto memorable. Igual que la medalla de plata para Javier Gómez Noya que se resarcía del cuarto puesto conseguido en los anteriores Juegos.