Ruth Beitia cumple 40: su legado es eterno
El 1 de abril de 1979 en Santander, Aurora Vila dio a luz a una niña que años después se convertiría en atleta. Junto a su marido José Luis Beitia decidieron llamarle Ruth. En ese momento nadie sabía lo que depararía el futuro. Cuatro décadas más tarde, ya retirada del atletismo, su legado es eterno. El 18 de octubre de 2017 comenzó una nueva vida. Sigue vinculada al deporte de sus amores, pero de otra manera. Ha dejado para siempre la política y es profesora y directora de Estudios Olímpicos en la Universidad del Atlántico. En la Federación Española de Atletismo lleva los proyectos de mujer y deporte. Ahora disfruta desde el otro lado, ayudando y enseñando a los demás.
Un legado a la altura de los más grandes
Ruth Beitia Vila dejó para siempre un legado inmenso, a la altura de los deportistas más grandes de la historia. Forma parte del selecto club de campeones olímpicos. Lo consiguió a los 38. Es la única atleta española que lo ha conseguido. Siempre será un referente mundial del salto de altura. Un espejo en que deberán mirarse las niñas que decidan dedicarse al atletismo. Ni más ni menos que dieciséis medallas en campeonatos internacionales la convierten en la mejor atleta española de la historia. Uno de los metales aún no lo ha recibido. La medalla de bronce de los Juegos de Londres 2012 llegará algún día para que se haga justicia.
Su legado va más allá de su magnífica colección de medallas. Una gran obra que será irrepetible. Su manera de competir, siempre con una sonrisa en la cara. Sabiendo perder y ganar. Apoyando, animando y aplaudiendo a sus rivales con una deportividad ejemplar. Siempre compartiendo triunfos con su inseparable Ramón Torralbo. El entrenador con el que modeló una carrera maravillosa. Su humildad y profesionalidad la hicieron única e inolvidable.
Dieciséis medallas en doce años
Beitia ganó todas sus medallas en grandes campeonatos en doce años. Comenzó a subir al podio en 2005 y terminó en 2017. De los 26 a los 38. Una media de más de una medalla por año. Pocos atletas han conseguido ganar con tanta edad y repartiendo sus triunfos en ese período de sus carreras deportivas. El atletismo la echa de menos. El salto de altura, también. Ojalá no se hubiera retirado nunca.
10 momentos para recordar en la carrera de Ruth Beitia
El 28 de julio de 1995, la ciudad húngara de Nyíregyháza organizó el Campeonato de Europa junior. Fue la primera gran competición para la atleta santanderina. Solo tenía dieciséis años y saltó 1,76 metros. Quedó bastante lejos de la ucraniana Viktoriya Styopina que ganó con 1,91m.
Diez años después ganó su primera medalla internacional. El 5 de marzo de 2005 se colgó la medalla de plata en el Europeo bajo techo celebrado en Madrid donde rozó los dos metros.
Un año y una semana después, llegó su primera medalla mundial. El 12 de marzo de 2006 en Moscú, fue bronce en el Campeonato del Mundo indoor.
El 13 de marzo de 2010 subió un escalón más del podio. En Doha se convirtió en subcampeona mundial en pista cubierta.
Y llegó la medalla al aire libre
A Ruth Beitia le faltaba una medalla al aire libre. Hasta 2012 había ganado tres platas y un bronce en Europeos y una plata y un bronce mundiales bajo techo. Faltaba dar un paso más. Y llegó. El 28 de junio de 2012 se convirtió en campeona de Europa al aire libre. Lo consiguió en Helsinki, a menos de un mes para los Juegos Olímpicos de Londres.
Cuatro semanas después, el 11 de agosto llegó su primera medalla olímpica. Aunque ese día quedó cuarta. Medalla de “chocolate” que siete años más tarde se ha convertido en bronce gracias al dopaje de una tramposa de cuyo nombre es mejor no acordarse.
3 de marzo de 2013. Llega su primer oro indoor y el segundo de su carrera en el Campeonato de Europa celebrado en Goteborg.
El 17 de agosto de ese año consiguió su primera medalla mundial al aire libre. En Moscú se convirtió en subcampeona mundial.
Río de Janeiro siempre irá de la mano del legado de Ruth Beitia. El 20 de agosto de 2016 llegó su histórica medalla de oro olímpica. Lo máximo. El cierre de círculo soñado. A los 38 años.
Su última medalla internacional llegó el 4 de marzo de 2017 en el Europeo de pista cubierta celebrado en Belgrado.