Mireia Belmonte comienza la temporada olímpica con dos medallas
Después de unas merecidas vacaciones y tras unas pocas semanas de entrenamiento, Mireia Belmonte ha comenzado a competir. En Budapest, la ciudad que la vio proclamarse campeona del mundo en 2017, ha conseguido dos medallas, un oro y un bronce. Se trata de la primera competición de la temporada que tendrá como cumbre los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Diez meses en los que la campeona olímpica de 200 metros mariposa va a tener muy poco descanso. Ahora sí que sí ha comenzado la recta final para los que, si todo marcha según lo previsto, serán sus cuartos Juegos.
En la Copa del Mundo celebrada en Budapest entre el 4 y el 6 de octubre, ha nadado un programa muy exigente como en ella es habitual. Ocho pruebas en total: 200 mariposa, 200, 400 y 800 metros libre, 200 y 400 metros estilos y 100 y 200 metros espalda. En algunas de estas pruebas no estamos acostumbrados a verla, pero también le sirven como entrenamiento de cara al año tan importante que se avecina.
Dos medallas y cinco finales
Comencemos repasando las medallas. La de oro ha llegado en los 800 metros libre. Belmonte es una de las mejores nadadoras de crol y siempre está en los primeros lugares. La marca no ha sido para tirar cohetes. Es el comienzo de la temporada y es completamente normal. Pero esos 8:31.42 le han servido para subirse a lo más alto del podio del Duna Arena.
El bronce ha llegado en los 400 metros estilos. Prueba en la que sigue siendo la vigente medalla de bronce olímpica. A ocho centésimas de la plata de la húngara Jakabos. En esta prueba, Mireia se desenvuelve siempre bastante bien y siempre está entre las mejores. La marca ha sido 4:41.81.
En los 400 metros libre se ha quedado muy cerca del bronce y también de la plata. Mireia ha sido cuarta con 4:12.43. El bronce de Kesely a solo once centésimas y la plata de Meitz a quince.
La cuatro veces medallista olímpica también ha nadado la final de los 200 metros estilos. Ha sido quinta con un tiempo de 2:16.11. Lejos de los tiempos del podio. Pero no es habitual que Mireia consiga buenos resultados en esa prueba. Tampoco es habitual verla nadar los 200 metros libre y los 100 y 200 metros espalda. En ninguna de las tres ha logrado entrar en la final.
El misterio del 200 mariposa
La prueba que le ha dado tantas alegrías a Mireia, los 200 metros mariposa, está siendo muy rara en 2019. Las marcas no son buenas por parte de ninguna nadadora. Para la española, tampoco. En Budapest ha acabado en noveno lugar en las series y fue repescada para la final por ausencia de una rival. Octava con una marca muy lejana a las de sus mejores registros: 2:13.73.
La próxima vez que podremos ver a Mireia Belmonte será en la Copa del Mundo de Berlín entre el 11 y el 13 de octubre. Quince días después (26 y 27 de octubre) volverá a Budapest para debutar en la ISL (International Swimming League). La nueva competición de natación que ya ha comenzado en Indianápolis y que además de por la capital húngara, pasará por Nápoles, Texas, Washington y Londres. Se trata de ocho equipos de doce hombres y doce mujeres en cada competición. Cuatro americanos y cuatro europeos. Los cuatro mejores disputarán la final en las Vegas el 20 y el 21 de diciembre.
Mireia forma parte del equipo del británico Adam Peaty. El plusmarquista mundial de braza, líder del London Roar, quiso que la española estuviera en su equipo. En la ISL se compite en piscina corta en distancias de 50 a 400 metros. Son finales directas, relevos y también una prueba de 50 metros por eliminatorias. Todos los nadadores que compitan en las distintas ciudades tienen un dinero fijo por participar y todos los gastos pagados. En total 5,3 millones de dólares en premios. Algo con lo que no puede competir la FINA (Federación Internacional de Natación).