La ilusión de 2020
Todos los años antes de que suenen las doce campanadas pienso en lo que vendrá. Supongo que es algo que le pasa a millones de españoles. No es ninguna novedad. Acabé 2019 con ilusión. Pensando en un 2020 cargado de buen deporte. Del que nos pone los pelos de punta. El de las emociones grandes. 2020 estaba marcado en el calendario como el de una Eurocopa de fútbol en doce países diferentes. Habrá que esperar a 2021 para ver el mejor fútbol de selecciones europeo.
El coronavirus está aplazando o suspendiendo casi todos los eventos deportivos previstos hasta el mes de julio. Roland Garros, Masters de Augusta, los grandes premios de motociclismo y un largo etcétera más de acontecimientos del deporte internacional.
En el verano de 2019 viajé con mi pareja a Calpe (Alicante). Allí comencé a pensar en el verano del año siguiente. El de 2020 iba a ser muy importante. Teníamos que pensar en cuadrar las vacaciones con los Juegos Olímpicos de Tokio. Del 24 de julio al 9 de agosto solo existiría un plan. Después nos iríamos a la playa.
Nadie se podía imaginar la triste sorpresa que nos ha deparado el año 2020. El maldito coronavirus está acabando con el mundo tal y como lo conocemos. Nada será igual cuando la pesadilla acabe, ni en la sociedad ni en el deporte.
A pesar de que prácticamente todo el mundo está afectado por el coronavirus, el Comité Olímpico Internacional se empeña en no aplazar los Juegos de Tokio. Es una decisión incomprensible con la que está cayendo. Como en otras ocasiones están demostrando no estar a la altura de las circunstancias.
Señores del COI aplacen los Juegos ya. Cuanto más tarden en tomar la decisión, el ridículo será más grande. El deporte mundial se merece un COI moderno, que piense en los deportistas, que antes de serlo son personas, y no solo en el dinero. Aplacen los Juegos de Tokio a 2021 o 2022. La gran mayoría de los deportistas lo agradecerán. Muchos no podrán cumplir el sueño olímpico por edad. Pero deberán entender que la salud está muy encima de cualquier sueño deportivo.
Es alucinante seguir leyendo en redes sociales como periodistas y aficionados comprenden que el COI no tome una decisión definitiva. Amo el deporte tanto como ellos. Desde Barcelona 92, cada cuatro años, mis veranos han girado en torno a los Juegos Olímpicos, pero me niego a apoyar está sinrazón. El deporte es muy importante en nuestras vidas, pero se diluye como un azucarillo cuando lo comparamos con la salud.
Tampoco entiendo cómo se pueden seguir pidiendo ayudas para entrenar cuando nos han dicho por activa y por pasiva que no se puede salir a la calle. Que nos quedemos en casa. ¿Cómo hay que decirlo? ¿En otro idioma para que todo el mundo se entere de una vez? Ahora mismo no hay nada más importante que los ciudadanos que están luchando contra el virus y por supuesto todos los sanitarios que se están dejando la piel para que haya los menos afectados posibles. El deporte es totalmente secundario.
Pregunté en Twitter qué tenía que ocurrir con los Juegos de Tokio. El 47% de los participantes optaron por un aplazamiento a 2021. El 33% dijeron que deberían celebrarse con normalidad. Ojalá pronto tengamos una respuesta definitiva. Por el bien de todos. Que esta guerra contra el coronavirus pase lo más rápido posible. Que en 2021 disfrutemos de todo el deporte. De unos Juegos Olímpicos en igualdad de condiciones y llenos de salud desde todos los rincones del planeta. Cuídate mucho y quédate en casa, por favor.