‘El monaguillo’ estrella el DeLorean contra el portal de Belén: ¡pues qué gracia, ¿no?!

¡Mis queridos palomiteros! ‘El monaguillo’ estrella el DeLorean contra el portal de Belén. Hay cosas que no pueden ser y no pueden ser. El popular humorista, Sergio Fernández Meléndez, de casi 45 años, ha publicado recientemente en su cuenta de Instagram una foto que se sale de madre. Se trata de un automóvil DeLorean, incrustado en el portal de Belén.

Un vehículo muy popular para los cinéfilos, que adquirió absoluto protagonismo en la saga fílmica Regreso al futuro, de Robert Zemeckis. Pues bien, la leyenda de la imagen de marras dice: “cuando se te va la mano con el delorean”. Los protas del filme viajaban al futuro para buscar soluciones a los problemas, no para enredarse en ellos. ¡Sois tan diferentes!

‘El monaguillo’ estrella el DeLorean contra el portal de Belén: cuando el intelecto es débil, el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa

Hasta ver esta estampa navideña a cargo del cómico, al que tenía en estima, dado que me parecía que practicaba humor simpático, a veces simple, pero nunca en contra de los sentimientos religiosos. Ahora, mi percepción sobre él ha cambiado por completo.

Me parece que su forma de afrontar la Navidad y el modo de contemplar el Belén es una frivolidad y que, como muchos otros de sus compañeros que se dedican a hacer comedia, esta vez el tiro le ha salido por la culata. O tal vez se haya apuntado a lo políticamente correcto, porque la moda funciona así, y no querrá perder seguidores y continuar en el candelero, aunque sea a costa de reírse de los católicos. ¿Tal vez quiere sumarse al estilo que tanta fama planetaria ha dado a Willy Toledo?

Los protas del Regreso al futuro viajaban por el mundo para buscar soluciones a los problemas, no para enredarse en ellos. ¡Sois tan diferentes!

He leído por ahí que es un hombre que se hace querer y que, por lo general, cae bien. Lo que está claro es que desde estas navidades se suma al puñado de actores irreverentes que por estar en la brecha de la fama son capaces de hacer cualquier cosa. Sí, cualquier cosa. Por ejemplo, gamberradas como ésta que no tienen ni pies ni cabeza.

¿Te has detenido un momento para reflexionar sobre el eco de esta acción? ¡Qué decepción, Sergio, al menos ya sé cómo te las gastas!